La filósofa y académica de la Universidad de California (Berkeley) dictó una conferencia magistral online en el marco de las actividades del 40 aniversario de la Facultad de Psicología UDP. En ella, abordó sus visiones y reflexiones acerca del género como campo de disputa en la esfera pública y realizó un análisis crítico sobre el movimiento anti género que se observa alrededor del mundo y en los líderes de ultraderecha.
“Donde esté el género, va a haber un campo de disputa”. Este fue el piso sobre el cual Judith Butler se instaló para dar inicio a su Conferencia Magistral “Who’s Afraid of Gender? A psychosocial inquiry (¿Quién le teme al género? Una indagación psicosocial)” en la Universidad Diego Portales. La filósofa estadounidense, expuso el debate que genera este término en la sociedad moderna, desde su mismo significado en adelante, y cómo hoy existen espacios donde se le teme e incluso se lo considera una amenaza.
“La confusión respecto al género es un ejemplo de ese propio miedo. No podemos acordar una definición. Parece ser el nombre de algo que da miedo e incluso para algunos grupos una fuerza de destrucción”, sostuvo. A partir de esto, Butler, quien es una de las más influyentes pensadoras en estudios de género, admitió que estos son tiempos difíciles para poder dialogar y lograr acuerdos en torno a estas temáticas, así como también ofrecer contraargumentos desde la academia cuando se instalan discursos tajantes y cuando quienes los sostienen no están dispuestos a interiorizarse en los planteamientos de estas teorías más allá de sus propios prejuicios.
“Es casi imposible poder subsanar esta división epistémica con buenos argumentos, porque muchos de los cuales se oponen al género, se rehúsan a leer en el campo de los estudios de género, feminismo o estudios queer o trans, feminismo afrodescendiente, o cualquier teoría de la raza. De hecho, ellos tampoco creen que otras personas deberían leerlas, creen en censurar tales textos porque solamente dañan a quienes los leen, especialmente a los jóvenes”, plantea.
Sobre este último punto, Butler identifica uno de los miedos que se instalan en sectores de la sociedad de tendencia más conservadora, donde se asocia este concepto a una forma de totalitarismo. “Como ven, el término ‘género’ se imagina que tiene un poder enorme, se entiende como algo que captura la mente, ejerce una fuerza seductora que adoctrina o convierte a quienes están bajo su poder. Aquellos que pertenecen al movimiento anti género a menudo imaginan que cuando los niños leen un libro de estudios de género, se están sometiendo de una manera poco crítica a la autoridad del texto, infiltrados por su fuerza ideológica. Tal vez algunos imaginan que los estudiantes los leen al igual que ellos leen la Biblia, aceptando esas palabras con autoridad”, reflexiona.
La filósofa, que hace pocos días recibió la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, calificó como “irónico y doloroso” que los movimientos sociales, entre los que están incluidos el feminismo y los movimientos LGBTQI+, sean caricaturizados como totalitarios, cuando en realidad han estado buscando mayor libertad.
“Los movimientos que exigen la libertad de moverse en el mundo sin miedo a la violencia, incluida la violencia estatal, son transfigurados por la derecha como regímenes totalitarios que robarán al resto del mundo sus libertades. Eso realmente es un logro increíble, pues al mismo tiempo la derecha sostiene que las feministas que luchan por la libertad reproductiva, las lesbianas y los gays que desean casarse, las personas trans que quieren el derecho a vivir libremente y con el reconocimiento al sexo que tienen, están ejerciendo formas ilegítimas de libertad y de creatividad”, cuestiona.
En este escenario, plantea que actualmente sería posible afirmar que el miedo al género desplaza a otros miedos relacionados con el neoliberalismo, como la intensificación de la precariedad, el racismo y una mayor desigualdad entre ricos y pobres, así como también la destrucción de la tierra y la biosfera. Y de esta jerarquía de temores en que el género ocupa un lugar importante actualmente, Butler responsabiliza en parte a los liderazgos de ultraderecha.
“Lo que Meloni, Putin y Bolsonaro han hecho es avivar el miedo a que lo que tú sientes como íntimo y necesario de tu vida corporal, tu sexo, la dirección heterosexual de tu deseo o la característica heteronormativa de tu matrimonio, se te va a arrebatar si todas estas personas obtienen el derecho a vivir en libertad sin miedo a la violencia. Los derechos y libertades de las personas históricamente marginadas se muestran como un ataque a algo íntimo”, explica. Y agrega que en este discurso también se oculta otro miedo: el de perder dominación.
En la conferencia también participó Alejandra Castillo, doctora en filosofía y profesora titular del Departamento de Filosofía de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, quien complementó que «hay varios colectivos que incorporan en sus prácticas el concepto de lo queer o feminismos disidentes, hay una circulación que es paralela al espacio universitario. Hay una acumulación de prácticas y saberes que tienen que ver con pensar en el feminismo desde estas otras posiciones y conceptos (..) Entonces el problema es esta vuelta más bien conservadora hacia el género, que busca instalar un orden de identidad fuerte y creo que eso es más bien una complicación actual”.
