Pese a los continuos desmentidos efectuados por las autoridades de Moscú las últimas horas, hace pocos instantes el Ministerio de Defensa ruso confirmó que el crucero portamisiles «Moskva» finalmente se hundió en el Mar Negro a causa de los graves daños sufridos anoche mientras operaba a la altura de la isla ucraniana de las Serpientes, al sur de Odessa.

Se trata del mayor golpe sufrido por la marina rusa en la guerra con Ucrania, incluso mayor al ataque sufrido en el puerto ocupado de Berdyansk, donde un ataque con misiles ucraniano dejó como resultado un buque de desembarco hundido y otros dos con diversos daños el pasado 24 de marzo.

El «Moskva» habría sido seriamente dañado por el impacto de misiles antibuque Neptune lanzados ayer por fuerzas militares ucranianas, aunque las autoridades rusas tardaron varias horas en reconocer los daños en su buque insignia de la Flota del Mar Negro, atribuyéndolos a un incendio accidental que habría hecho detonar municiones a bordo. Junto con ello, afirmaron que la tripulación había sido evacuada en su totalidad.

Ahora, el Ministerio de Defensa afirmó que «el crucero Moskvá estaba siendo remolcado a su puerto de destino debido a los daños que le había causado en el casco un incendio provocado por la detonación de municiones, cuando perdió estabilidad. El buque se hundió en medio de un mar tempestuoso», según citó el medio ruso Russia Today, agregando que la tripulación del buque fue evacuada a otras naves de la Flota del mar Negro que se encontraban en la zona, mientras las causas del fuego están siendo investigadas.

Diferentes sitios especializados y analistas han hecho mención a que parte de la dotación del buque siniestrado fue rescatada por un buque turco, mientras que solo 15 tripulantes habrían llegado a Sebastopol, ignorándose hasta el momento el destino de más de 400 restantes, todo ello aún por confirmar en fuentes oficiales. De momento, el gobierno turco descartó que buques de su marina de guerra hayan participado en el rescate pero no negó la eventual participación de embarcaciones civiles.

El crucero «Moskva», cabeza de serie del proyecto 1164 Atlant, estaba equipado con 16 lanzadores de misiles pesados Vulkán, desarrollados para destruir buques grandes y portaaviones, así como con sistemas de defensa antiaérea y antimisiles de gran alcance S-300F Fort (64 misiles en su arsenal), además de sistemas de corto alcance Osa-MA (48 misiles en el ‘stock’).

A pesar de su antigüedad (entró en servicio a principios de los años 80 en la entonces flota de la Unión Soviética), constituía uno de los orgullos de la marina rusa, y era calificado como «asesino de portaaviones» debido a su armamento ofensivo antibuque.