Con un «fallo dividido» (13 a 14 votos) estudiantes de primer año básico condenaron al “Lobo Feroz” por los delitos cometidos en contra de Caperucita Roja y su abuelita, luego que un tribunal infantil lograra convicción de la participación culpable del personaje imputado.

El singular juicio –que tuvo lugar el pasado sábado- se dio en el marco de las actividades de vinculación del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal (TOP) de Valdivia con la comunidad, cuyo principal objetivo fue contribuir a la formación cívica de los pequeños, quienes a través de una actividad lúdica pudieron conocer el rol del Poder Judicial, Ministerio Público y la Defensoría en causas penales.

El magistrado Daniel Mercado, juez destinado del tribunal y coordinador de la iniciativa (en la que participaron funcionarios del TOP y de la Corte de Apelaciones de Valdivia), señaló que «como Poder Judicial y como tribunal, nos interesa vincularnos con la sociedad. Esta actividad nace como una forma de contribuir al proceso educativo de los estudiantes, dado que le permite acercarse a instituciones del Estado que le son desconocidas. Quisimos simplificar esto con una pequeña representación de un juicio, en un lenguaje que ellos pudieran entender considerando su edad«.

Previo al juicio, el magistrado encabezó una visita guiada por el tribunal, actividad en la que participaron activamente tanto los alumnos como apoderados.

«Los estudiantes y sus padres recorrieron el tribunal, conocieron cómo funcionan las salas, las distintas unidades y la sala especial de declaración de niños, niñas y adolescentes que  han sido testigos o víctimas de un delito. Creo que fue una muy buena experiencia tanto para ellos como para nosotros«, señaló el juez.

María Elena Cifuentes, una de las apoderadas que concurrió a la actividad, valoró positivamente la iniciativa, indicando que “fue una tremenda oportunidad, la actividad estuvo muy bien organizada por el tribunal, los niños y también nosotros pudimos aprender de manera lúdica y entretenida el trabajo que aquí se realiza. Todo se presentó de manera muy entretenida, muy clara y creo que fue de gran provecho para los niños. Este es un mundo totalmente desconocido para nosotros, no sabíamos cómo trabajan los jueces, defensores o los fiscales… cómo se trabaja con los niños que han sido víctimas o testigos de delitos violentos, el resguardo que se tiene con ellos ya que declaran en una sala especial que evita que revivan una y otra vez el trauma; creo que fue una actividad muy positiva«.

Finalmente, Lorenzo -uno de los niños-jueces que tuvo que resolver este difícil caso- señaló cuales fueron las dificultades que debieron enfrentar para determinar la culpabilidad del Lobo Feroz «podría ser que el Lobo era inocente o malo, porque él dijo que quería pedir perdón… eso podría ser verdad o también mentira, como lo hizo la última vez con la Caperucita«.