Puede ser cualquier día y cualquier hora, pero la imagen que ilustra la nota, fue tomada este martes en la hora punta en la intersección de las calles Miguel Claro con Av. Providencia a las 19:30 horas. Varios ciclistas usan la cuestionada vía instalada por el municipio que lidera Josefa Errázuriz, y que continúa sobre la avenida que es la vuelta obligada para los automóviles que doblan hacia el poniente o bien quieren tomar la Costanera, pero pocos son los que respetan el semáforo para ciclistas que ahí funciona, al igual que el de otras vías.
Actualmente en la Región Metropolitana existen 32 comunas que cuentan con ciclovías o vías para estos vehículos. El balance del Ministerio de Transportes a 2015 señala que existen 252 kilómetros de ciclovías construidas en Santiago y, según los municipios y el Gobierno Regional Metropolitano, se espera que al 2016 aumenten en un 49%.
Las áreas con más proyectos son Santiago y Providencia, con 46 y siete kilómetros respectivamente. A estas se suman las iniciativas del gobierno regional, que contemplan 70 nuevos kilómetros en otras comunas, con lo que habría 376 kilómetros en los próximos dos años. Para el año 2032 la región capital tendrá 952 kilómetros.
A pesar de que el municipio de Providencia se ha preocupado de colocar señalética y semáforo, los ciclistas simplemente no respetan dichas normas y temerariamente cruzan con roja entre autos y gente lo que dificulta el desplazamiento para peatones y genera pequeños accidentes. Súmele a ello la nula fiscalización policial o municipal.
Simplemente las ciclovías se han instalado con escazas o débiles campañas informativas.
Si bien es cierto es necesario fomentar el uso de la bicicleta como un transporte ecológico, es urgente que las distintas autoridades municipales y del Ministerio de Transportes generen políticas públicas eficientes en lo que respecta a educación al ciclista que pareciera –en muchos casos- se suben a este vehículo sin ninguna noción de las normas básicas de tránsito.
La temeraria acción del ciclista que cruzó con un perro al costado fue denunciada en Twitter y la respuesta municipal fue “sacarse los balazos” y endosarle la responsabilidad de la fiscalización a carabineros:
“Ciclovía de Miguel Claro es un aporte al transporte sustentable. La infracción del ciclista es otro tema”.
“Fiscalización corresponde a Carabineros. Nosotros hemos lanzado 2 campañas educativas: #CompartamosLaCalle y #YoRespeto”.
Sobre la utilidad de las ciclovías, el experto en Transportes de la U. Diego Portales, Louis de Grange, sostuvo que los próximos proyectos no están bien enfocados en las necesidades de la ciudad y sostiene que existe una “sobreexpectativa respecto a la bondad de las ciclovías. Las bicicletas se usan en su mayoría para trayectos muy cortos. Es mucho más razonable por ejemplo invertir en estacionamientos de bicicletas cerca de las estaciones de Metro”.
Lo que está claro es que peatones, automovislitas y ciclistas deben convivir en el miso espacio urbano: la calle y las normas de tránsito son claras al respecto.
La secuencia completa del ciclista que nos respeta luz roja para bicicletas: