sábado, abril 27, 2024

“Además de la mentira de Rojas, infracción a la ley 20880 que aplica a los convencionales, la comisión de ética (cuando esta se conforme) debiese a mi juicio aplicar una multa además de lo que señale el reglamento que se apruebe. Es además a mi juicio una falta grave a la probidad”, escribió el director ejecutivo de Chile Transparente, Alberto Precht, adjuntando el documento del constituyente.

La gran mentira conocida el sábado sobre la verdadera situación de salud del convencional Rodrigo Rojas Vade, se extiende también a su declaración de intereses que tuvo que hacer para ser parte de la instancia que está a cargo de la redacción de una nueva Constitución, ya que el documento menciona tener una deuda por varios millones por financiamiento de su tratamiento de quimioterapia de una enfermedad que no padece.

Vade salió a la palestra pública por las constantes fotografías que se hacían de él a torso desnudo y participando en las manifestaciones en Plaza Italia (Dignidad), incluso por los carteles que portaba en donde aseguraba estar en ese lugar “luchando por la salud”.

Sin embargo, luego que revelara que no padece de cáncer, sino que otra que no quiso especificar y de la cual asegura es “discriminada en este país”, tratando de hacer relucir su condición de homosexualidad.

Para el director ejecutivo de Chile Transparente, Alberto Precht, la gravedad de la mentira de Vade aumenta con la declaración de intereses, ya que a su juicio es una “falta grave a la probidad”.

Además de la mentira de Rojas, infracción a la ley 20880 que aplica a los convencionales, la comisión de ética (cuando esta se conforme) debiese a mi juicio aplicar una multa además de lo que señale el reglamento que se apruebe. Es además a mi juicio una falta grave a la probidad”, escribió Precht adjuntando el documento del constituyente.

En la declaración, Vade señala que tiene una deuda con el Banco Scotiabank por un crédito de consumo de $27.000.000, apuntando que se trata de una “deuda bancaria corresponde a financiamiento de tratamiento quimioterapéutico contra el cáncer”, lo cual lo deja mal parado al confesar que no padece dicha enfermedad.

En una entrevista con La Tercera, el propio convencional señala que siente que tras lo ocurrido debería renuncian a la CC, afirmando que “siento que me tengo que retirar. No tengo nada más que hacer en la Convención”.

Incluso, ante la insistencia de si renunciaría, precisó que “no lo sé. Estoy en una situación compleja