En conversación el programa Las Cartas sobre la Mesa de INFOGATE.CL, el ex presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, advirtió sobre el eventual peligro de un vacío institucional que afectaría al país de rechazarse el actual proyecto de Carta Magna que se está estudiando en el Consejo Constitucional.

Junto con calificar a la constitución como el ”Padre Nuestro” por su capacidad y misión de aglutinar a la sociedad, Larraín acusó que ese peligroso escenario, “ese deseo de dejar al país en vilo en el sentido institucional es hoy en día el principal empeño de la izquierda en su versión Frente Amplio – Partido Comunista”.

El nuevo proceso constituyente

Quien fuera senador por Los Ríos comentó que “el resultado de las elecciones (de consejeros constitucionales) del 7 de mayo fue igualmente aplastante contra las posiciones de izquierda y resultó en la confirmación de un mecanismo concebido por el Parlamento para tratar de salir del entuerto en el que estábamos”.

Añadió que “hay personas que consideran que este segundo empeño para redactar la constitución es improcedente y que, en virtud del artículo 142 de la anterior constitución, esa misma constitución seguiría vigente. Yo tengo mi discrepancia con eso, creo que la constitución del 2005 hoy día es muy poco respetada y poco apreciada. Y las constituciones tienen un valor central que es la de aglutinar, es como el Padre Nuestro para los cristianos”.

“Los partidos que contribuyeron a la instauración de este segundo proceso de redacción de la constitución hicieron una buena cosa; está compensada ahí la expertise del conocimiento jurídico constitucional, encarnado en la comisión de expertos, y luego el elemento de soberanía popular que se manifestó en las elecciones del 7 de mayo”, acotó.

Asimismo, comentó que “por lo que he leído del anteproyecto, esto contiene lo esencial, es un proyecto constitucional serio, pero creo que constituye un despropósito negar que el grupo de consejeros constitucional pueda modificar, mejorar, alterar, acortar o alargar el anteproyecto. Creo que hay que dejarlos trabajar, esperar a ver cuál va a ser el resultado de su trabajo, y después empecemos a opinar”.

En ese marco,  mostró su especial preocupación al constatar que, “particularmente desde la izquierda, que hay un rechazo inicial al trabajo que se ha hecho, y ya se están creando las condiciones para que efectivamente el proyecto que se elabora entre los expertos y el consejo constitucional sea rechazado”.

Más aún, advirtió que dicho escenario “no nos va a llevar de vuelta a la constitución de 2005, esto nos va a dejar en un vacío institucional sumamente peligroso, y me parece que ese deseo de dejar al país en vilo en el sentido institucional es hoy en día el principal empeño de la izquierda en su versión Frente Amplio – Partido Comunista”.

Subrayó que “la izquierda que activó los 30 años del gobierno de la Concertación tenía una visión institucional muy distinta de la que hoy en día se proclama desde el gobierno que es, al fin y al cabo, un compuesto del FA y el PC. Es decir, creo que estamos caminando por el filo de la navaja y me parece que la izquierda está procurando mantener una indefinición que signifique que este país va a seguir en estado líquido, desestructurado”.

Heridas en RN por “entregar la constitución” en 2019

El veterano político derechista recordó, siempre en este contexto de discusión constitucional de los últimos años, que en RN “todavía subsisten las heridas que se produjeron a raíz del famoso Pacto por la Paz de noviembre del 19, lamentablemente para muchos dentro de Renovación Nacional, entre ellos me cuento, se entregó la constitución modificada N veces, que llevaba la firma de Ricardo Lagos, que la describió como el inicio de la primavera chilena”.

Contextualizó dichas divisiones acotando que “esa constitución fue entregada como sacrificio propiciatorio para tratar de aplacar el famoso estallido y sus consecuencias. No vamos a hablar del estallido y el grado de espontaneidad y utilización tuvo, pero efectivamente fue un desafío la institucionalidad vigente. Y enfrentar un cambio de era como se planteaba –esas palabras se ven en los libros de historia no más- sin una constitución, sin un marco que al menos diera una seguridad por las orillas del sistema, porque la constitución no lo puede resolver todo pero sí señala cauces, caminos y mecanismos; bueno, enfrentamos mucha efervescencia social, agravada por la irrupción de la pandemia (…) Esa entrega de la constitución constituye un hito divisorio en la militancia de Renovación Nacional”.