La actual precampaña presidencial tanto de las Derechas, como de las Izquierdas y llaneros solitarios es una suerte de reality rasca, en donde solo se sacan los trapitos al sol, con arqueología de declaraciones para atacar al contrincante, con toda clase de adjetivos degradantes hacia el otro o la otra, pero contenidos serios que le lleguen a la agotada ciudadania NADA.
Odiosidad y charlatanería
Los ilustrísimos precandidatos y precandidatas con sus variopinto séquitos de «expertos» consejeros (más bien aduladores extremos como cortesanos medievales) apoyan las más alocadas y estrambóticas ideas que lanzan los precandidatos(as) como soluciones a los problemas que arrastra el país.
Pero el mayor problema que se evidencia sin pudor la virulencia de los ataques de los precandidatos con sus pares, aunque sean de la misma coalición.
El todo vale para desacreditar a su rival es una triste realidad. Lo que demuestra la degradación de la politica y sus políticos, la falta de liderazgos reales, serios, responsables y que sean verdaderos servidores públicos.
Prensa un aliado de la rasquería en el debate
En este lamentable proceso de degradación de la politica cumple un rol y una responsabilidad mayor la PRENSA, que más que informar, se ha transformado en una recadera que lleva y trae; levanta la polemica, la pelea, el «palabras sacan palabras».
Todo lo anterior viene a reafirmar la grave crisis de confianza en la politica, alertas que se vienen dando hace años y que ha tenido manifestaciones concretas como el llamado Estallido Social que -sacándole los ingredientes ideológicos puros- desnudó las falencias que arrastra el sistema chileno sumido en el consumismo descontrolados, la mala educación, la segregación social, extrema, la falta de industrias y de producción real, la falsedad del emprendimiento que es más bien la reventa de chucherías chinas y para que decir el factor inmigración que ha instalado formas mas violentas y vulgares de relacionarse que han permeado la débil social chilena que venía en este proceso de degradación sociopoliticocultural.
Qué habría que esperar de los señores y señoras candidatas.