Por segundo año, el Presidente Gabriel Boric inició su cuenta presidencial destacando al “estallido social” como una de las movilizaciones más significativas (cualitativa y cuantitativamente) de la historia de Chile.***
En la cuenta presidencial pasada, lo hizo también.
Y ahora, no es menor que lo haya reiterado en lo que es su última cuenta presidencial como Jefe de Estado.
De la derecha, del gran empresariado y de diversos sectores comprometidos con el pacto transicional, no se puede esperar algo diferente que la omisión de este pronunciamiento presidencial.
Sin embargo, llama la atención que en el propio sector de Gabriel Boric, de todo el sector, casi no hubo reacción y referencias sobre este tema de fondo.
Demandas vigentes
El Jefe de Estado, al iniciar la última cuenta de su período presidencial, tal como lo hizo en la cuenta anterior, destacó que las demandas y causas que originaron el estallido, continúan vigentes.
Punto básico de un diagnóstico real de Chile, presente….y por cierto futuro.
En la misma dirección, Boric destacó que él optó por la búsqueda de una “salida institucional”, recordando que firmó un pacto entre partidos de derecha; ex concertación; parte de las fuerzas del Frente Amplio, para abrir camino a ese proceso institucional que, por cierto, respaldó el Presidente Piñera.
Cabe recordar que ese pacto, por razones políticas, históricas, y doctrinarias, no fue suscrito por el Partido Comunista; el Partido Progresista de MEO; y el Frente Regionalista-Verde presidido por Jaime Mulet. Algunos sectores del entonces FA, por esta razón, abandonaron ese referente.
Por cierto, los fundamentos de la postura del PC, el PRO y el FRV fueron escasamente difundidos en Chile.
Causas vigentes
Es importante considerar estos aspectos, porque lo que vive Chile no es cualquier momento histórico.
-Hay inmensas incidencias en el campo mundial y regional que impactan directamente en el país, y lo seguirán haciendo. Incluso referidas a cuestiones como la Antártida; dos oceános claves para cualquier ruta mundial; la tensión reciente entre potencias. Gaza genera, cada día más, protestas y movilizaciones en todos los países del planeta, mientras se incrementan los focos militares y bélicos en diferentes continentes.
-Nadie puede negar, en el diagnóstico, que Chile vive una crisis referida al crimen organizado; el narcotráfico; la vivienda; los salarios; la salud; las pensiones; la educación; en definitiva, todas las expresiones de una pervivencia a escala humana.
De hecho, las elecciones de todo tipo se centran, y concentran, en las propuestas, las diferencias, las descalificaciones, que desde todo el mundo político se formulan con acidez.
Las diferencias se producen en cuanto la intensidad de estas situaciones. Pero, a estas alturas, ya nadie niega sus críticas dimensiones.
Mientras persiste, y crece, una ciudadanía que sus definiciones las adopta con creciente volativilidad, sin que haya en esas conductas y actitudes referentes previos de naturaleza ideológica. Y esto, es el resultado de un tipo de sociedad que ya viene transcurriendo en Chile desde los 90 del siglo pasado en adelante, hasta hoy. Por tanto no se puede culpar, a la ligera, a las personas respecto de estos movimientos y giros electorales tan amplios, y por momentos radicales.
Entonces, aunque no se visualice, lo que está en juego hoy mismo, es la direccionalidad que adoptará el país en un nuevo ciclo histórico, con sus incidencias en la política; la cultura; las fragmentaciones referidas a salud, vivienda, salarios, abusos sobre cuerpos femeninos e infantiles, reconocimiento verdadero a las diversidades de género, relación entre el Estado y los pueblos originarios, especialmente el Mapuche.
En rigor, hoy existe un vacío grande en este sentido. Una alternativa real de dimensión nacional, con capacidad de convocatoria y direccionalidad efectiva, está ausente. Y no es tan simple como volver a plantear, una vez más, “la unidad”, para derrotar a eventuales adversarios, porque la complejidad del momento, y las subjetividades de mayorías ciudadanas, no entronca con tales llamados.
Y razones hay para eso.
***Juan Andrés Lagos, es periodista, académico y encargado de comunicaciones del Partido Comunista de Chile