«Tan propio del siglo XXI: agendas llenas y corazones vacíos; hartos de todo y llenos de nada. Hemos construido una sociedad donde hemos perdido nuestra esencia como seres humanos, que es darse a los demás como camino excelso para ser felices. Ayudémonos para volver a lo esencial», posteó esta mañana el Cardenal Fernando Chomali.
El purpurado intenta recuperar el espacio de influencia que han tenido históricamene los cardenales que son parte del clivaje político amparados en la cruz como símbolo de redención y escudo para la opinión en nombre de la Santa Iglesia.
Critico del consumismo
El 10 de junio Chomali comentaba en X: «Poco se puede esperar de una sociedad que nos trata como meros productores y consumidores, que cuando dejamos de producir nos convertimos en un costo. Urge volver a reconocernos como hijos de un mismo Padre y hermanos. Allí se vislumbra esperanza y un mundo a escala humana».
«Me preguntaron por mi propósito en Santiago: 1. Que los católicos vayan a misa los domingos. 2. Que siempre hagan algo por alguien 3. Que hablen menos y hagan más. Para lograrlo 1. Más vida espiritual y menos frivolidad 2. Más solidaridad. 3. Más fraternidad. 4. Menos pelambre!«, posteó el 7 de junio.
Aunque no es pelotero opina igual
«No entiendo mucho de fútbol, pero el partido de hoy parece que no está fácil. Todo mi apoyo a la ROJA y adelante porque la esperanza es lo último que se pierde. Rezaré por la selección. Ce Ache I, I, Ele, E, E, Chi chi chi, Le le le, Viva Chile», escribió el cardenal.
Ni el Pdte. Boric escapa a sus X
«La cuenta pública del Presidente de la República en el Congreso Nacional es un baluarte de la democracia que tenemos que cuidar. El pueblo en las urnas en noviembre es el único mandatado para evaluarlo. Todo lo demás son meras opiniones. Viva Chile mi alma!», posteó el cardenal el 1 de junio.
Y en la previa a la Cuenta Presidencial, Su Eminencia inspirada escribió: «Percibo un gran vacío en muchas personas: hartos de todo y llenos de nada; muy entretenidos pero en el fondo muy triste y siempre buscando experiencias nuevas. Sólo Cristo es luz que ilumina y no foco que encandila; camino hacia la felicidad que consiste en «ser para los demás».