Este año se deben renovar las alcaldías y sus concejos municipales, y una de las comunas estrella es Santiago que arrastra una crisis de seguridad, de identidad y de deterioro que se arrastra desde la conducción de Joaquín Lavín (2000-2004) en adelante, es decir desde este nuevo siglo que Santiago va de mal en peor.
Pero también hay que decir que Santiago se ha venido deteriorando no solo por las malas alcaldías, también por el desdén de sus habitantes; así viene perdiendo su encanto, viene perdiendo su escaso patrimonio arquitectónico por los terremotos y por el vandalismo, y porque ya la gente tradicional ha emigrado a otros barrios y el santiaguino puro ya no existe, de hecho los barrios más antiguos de la comuna están bajo el ‘colonialismo’ de inmigrantes. Para que hablar del centro mismo, hoy literalmente en arriendo, tal como lo muestra una nota de INFOGATE del 17 de abril de 2021: «El centro de Santiago está literalmente en arriendo completo y los comercios que aún sobreviven lo hacen con sus vitrinas tapiadas para evitar saqueos o incendios».
La mala herencia de Lavín hasta hoy
Raúl Alcaíno trató de arreglar la debacle que dejó Joaco y logró estabilizar la arcas municipales, luego vino la elección de 20028 en las que ganó el un]di Pablo Zalaquett (tan de moda por estos días) y que se tradujo es otra gestión municipal malograda y que perdió todo lo recuperado con Alcaíno
Con este escenario, se llega a las municipales de 2012 que gana la actual ministra del Interior Carolina Tohá (PPD) que tampoco hizo una gestión que lograra sacar del hoyo a Santiago y se llega a la municipal de 2016 en la que vence el RN Felipe Alessandri, que enfrentó el estallido social y parte de la pandemia. Una gestión considerada pobre más allá de la contingencia del momento y que sumió a la comuna capital en el lo que es hoy, una de la ciudades más deterioradas del país junto a Valparaíso y que no logra recuperarse del todo tras el estallido y literalmente invadida por extranjeros que han hecho del centro de Santiago, pequeños reductos controlados por venezolanos, colombianos que se disputan las zonas del centro llegando a desplazar a los peruanos. Alessandri al dejar su cargo el 28 de junio de 2021 dijo:»En este tiempo, dejamos el alma y los pies en la calle. Cometimos errores, es cierto, pero siempre fuimos de frente, con convicciones y con una política honesta y transparente» señala el exalcalde de Santiago, el mismo que el día 19 de octubre de 2018 arremetió contra el gobierno Piñera:“Me sorprende que el Estado de Chile con todas sus instituciones no haya sido capaz de contener la violencia”.
La historia reciente es fresca, la elección del 2021 la gana la PC Iraccí Hassler, que para muchos ha sido la peor gestión que ha tenido Santiago.
Hassler -muy cuestionada por la inseguridad que se vive en Santiago- en El Mercurio -aunque nadie lo lee realmente- dijo «confirmé que estamos trabajando para profundizar un proyecto que hemos instalado en la comuna de Santiago, que nace desde los barrios y que busca promover un buen vivir en la comuna de Santiago y en ello hemos avanzado en este tiempo; sin embargo, hay desafíos que son relevantes de poder llevar adelante, y nos gustaría poder profundizar este proceso de cambios en la comuna».
Parece que la alcaldesa no conoce bien la comuna porque su concepto de «buen vivir» se traduce en calles atestadas de comercio ambulante, comercio sexual en varias zonas del centro, balaceras en barrio como el Forestal y crímenes a metros de la casa del Presidente, es claro que su concepto de «Buen Vivir» está en la estratósfera, porque ella que vive en la zona top de Barrio Bellas Artes – Forestal, es ahora una de las zonas más inseguras de la capital, al igual que las clásicas galerías convertidas en verdaderos antros y toda clase de chiringuitos.
En esta misma línea, Hassler es poco dialogante y no acepta críticas a su gestión, de hecho se enfrascó en una disputa con la Pdta, del PS, la senadora designada Paulina Vodanovic en abril pasado:Ella es la alcaldesa de Santiago, ella ha permitido el descontrol del comercio en el Paseo Ahumada (…) “Ese descontrol que se ve en la ciudad, esa suciedad que tiene Santiago Centro, no puede ser. Entonces, a la alcaldesa yo le creo que esté preocupada y que lamente lo que ocurre, porque creo que es una buena persona, pero ella es la alcaldesa de la capital metropolitana y tiene que tomar medidas (…) no puede seguir diciendo cosas, dando señales, las señales no bastan; medidas concretas y oportunas».
Hassler que va a la reelección deberá ponderar bien si es viable su repostulación bajo la triste realidad de la capital que está literalmente a la ‘buena de Dios’.