Que Piñera es un frío, calculador y oportunista especulador está más que claro y lo demuestra con sus declaraciones sobre la política interna argentina que dio en la entrevista a Radio Mitre, donde salió a lloriquear que sufrió un supuesto golpe de Estado y que copó los titulares chilenos, pero lo otro relevante es cómo se dio maña para ensalzar a su amigo Maurio Macri y le dio una suerte de cariñito al extravangate candidato Javier Milei.
“Macri es una gran persona. Yo le tengo mucho aprecio, mucha estima. Le tocó un momento muy difícil en la Argentina. Y espero que este país se reencuentre con su maravilloso potencial y oportunidades”.
conusltado por el candidato del surrealismo de derecha (Mileo) dijo: “Mire, Milei se autodenomina como libertario. Y yo creo mucho en la libertad, las fuerzas de la libertad que están tan asfixiadas, amarradas, contenidas en nuestro continente. Hay que desatar las fuerzas de la libertad, que es la imaginación, la creatividad, que permite la innovación, el emprendimiento”, dijo.
“Yo tengo muchas discrepancias con Milei. Sí tiene algunas ideas que yo creo que a la luz de la historia de la Argentina hay que considerar seriamente, como hacerla una sociedad más libre, que el Estado esté al servicio de las personas y no las personas al servicio del Estado, que haya más equilibrio y prudencia y responsabilidad en el manejo de las cuentas públicas, que ha sido un mal crónico esto es de vivir permanentemente más allá de sus medios. De hecho, el único lugar en donde la palabra éxito está antes que la palabra trabajo es en el diccionario, pero no en la vida real. Yo sí creo que hay que hacer una combinación entre libertad y responsabilidad, y eso requiere equipos, experiencia, compromiso, dedicación. Por eso no quiero yo hacer recomendaciones en política, pero sí en octubre la Argentina se juega algo muy importante”.
En relación al rumbo de la Argentina para los próximos años señaló: “La Argentina hizo un intento, varias veces ha hecho intentos de corregir el rumbo, y desgraciadamente a mitad de camino ha retrocedido. Yo siempre les digo a los montañistas que la segunda parte, cuando uno escala una montaña, la segunda parte es la más difícil, pero la más hermosa. Y que si uno no sigue escalando y se queda a mitad de camino, el carro se viene cerro abajo. La Argentina ha hecho el intento, pero nunca con la suficiente fuerza, por eso a mí me gusta eso de ahora y para siempre”.