viernes, noviembre 22, 2024

Análisis al discurso del Pdte. de Argentina: Presencia Antártica ¿aprendiendo de la historia?

Debe leer

Argentina acaba de celebrar su aniversario N° 119 de presencia -según ellos- ininterrumpida en las Islas Orcadas, anunciando un gran plan de inversiones en la Antártica, propio de la grandilocuencia y nacionalismo exacerbado que tienen nuestros hermanos argentinos.

A eso se le sumó un gran despliegue de aviones de combate “Pampa” en Ushuaia, donde el Presidente Fernández se sacó una foto observando al avión de combate desde la ventanilla de su avión. Lo paradójico es que esa foto es muy similar a la que sacó el dictador Videla en Febrero de 1978, durante su vuelo a la Conferencia de Puerto Montt, en donde Argentina declaró “insanablemente nulo” el Laudo por el Canal Beagle.

Evidentemente la presencia ininterrumpida es un hecho extraordinario, pero también es preocupante el relato que se está generando en torno a esto, dado que se omiten detalles importantes que pueden generar grandes problemas jurídicos. Esto, si las reivindicaciones antárticas llegan a la Corte Internacional de Justicia, tal como era el deseo británico a fines de los años 40 y que ha sido analizado en profundidad por el jurista chileno, especializado en la Antártica, Luis Valentín Ferrada.

La Historia previa y posterior de la Base de las Orcadas es la siguiente:

La Expedición Antártica Nacional Escocesa encabezada por William Speirs Bruce navegó al mar Antártico en el buque Scotia a partir de principios de 1903. Al recorrer las costas de las Orcadas del Sur, el barco quedó aprisionado por los hielos en la isla Laurie, donde se levantó el 1 de abril una precaria vivienda para invernar y realizar diversos trabajos científicos, la Omond House.

Al zafar el barco de su difícil situación, en el mes de diciembre, navegó hasta Buenos Aires para reaprovisionarse; como Bruce deseaba que tuvieran continuidad los estudios que había comenzado, ofreció en venta al gobierno argentino las instalaciones de Omond House, el depósito de instrumental y los aparatos de observación, fijando el precio en 5.000 pesos moneda nacional, e incluyendo conducir al personal para atenderlos. En la negociación participó el gobierno británico, representado por el embajador en Buenos Aires William Haggard, quien hizo por nota la invitación al gobierno argentino el 29 de diciembre de 1903, y luego prestó su conformidad a lo acordado. El presidente Julio Argentino Roca, por decreto n.º 3073 del 2 de enero de 1904, aceptó el ofrecimiento de las instalaciones y autorizó a la Oficina Meteorológica Argentina (dependiente del Ministerio de Agricultura) para mantener la estación. (Buenos Aires, enero 2 de 1904)

El 23 de agosto de 1906, el embajador británico Haggard expresó por nota al canciller argentino, Manuel Augusto Montes de Oca, que las Orcadas del Sur eran británicas y que la cesión de las instalaciones era transitoria.

Como podemos ver, Argentina le asigna mucha importancia a su presencia en las Islas Orcadas… pero de forma contradictoria 1.200 km más al norte, no tiene problemas en indicar que la presencia de las más de 6 generaciones de inmigrantes británicos asentados en las Islas Falklands /Malvinas no tienen “derechos” sobre el territorio. Personalmente, y por mi ignorancia jurídica, me cuesta entender que en solo 1.200 km de distancia los criterios que usa un mismo país cambien tanto, pero probablemente tendrán su justificación.

- Publicidad -
- Publicidad -spot_img

Lo más reciente

¿Escapada a comer rico fuera de Santiago? Te recomendamos tres picadas para dar la bienvenida al verano

Conoce las alternativas para viajar de forma económica a probar lugares de comida que destacan por su sabor,...

Los destacados del día