La «filtración» de la reunión en Cancillería y que podría gatillar un impasse mayor en la compleja relación con la Argentina se suma al larguísimo listado de «DESPROLIJIDADES» o mejor dicho «AMETEURISMO TOTAL» del quienes hoy están en La Moneda. En el caso de las RREE no es el primero, al asumir el mando el Presidente Boric tuvo un bochornoso comentario sobre el rey de España que le costó un sobrenombre que hasta hoy no puede sacárselo, luego vino lo del embajador de Israel cuyos efectos tampoco han sido menores en la relación con eses país y, luego el incidente de la bandera de Chile puesta al revés y cuya foto publicó la Canciller más los permanentes cruces con el polémico embajador argentino Rafael Bielsa y que generó la crisis de la grabación conocida este martes mientras el Mandatario chileno y la canciller Antonia Urrejola se encontraban en el vecino país y que la obligó a dar toda clase explicaciones a las autoridades trasandinas, habla del poco cuidado de quien lleva las relaciones internacionales del país.
De hecho el propio Presidente Alberto Fernández en lo que podría ser considerado como un ‘acto de compasión’ le prestó un mall completo a la canciller chilena al señalar -en declaraciones a Télam-: el «mal uso de conversaciones que son privadas, con algunos comentarios que uno hace con la libertad de no sentirse grabado». «Tengo por la canciller chilena (Urrejola) el más alto de los respetos, como tengo el mayor de los cariños por el Presidente (Boric)».
Si bien hubo baja tensión tras el episodio, la prensa del vecino país calificó como «escándalo» lo ocurrido. Ahora bien, más allá de lo bochornoso del episodio, ocurre que no se entiende que profesionales que trabajan en un ministerio como el de Exterior sean tan poco «finos», tan poco «diplomáticos» y en definitiva tan torpes para hacer este tipo de reuniones con equipos electrónicos que son vulnerables, porque no estaban reunidos en una sala blindada antiescuchas por lo que la duda es mayor, tampoco había algún micrófono espía, sino que personas y una de ellas que grabó lo dicho (¿habrá grabado con autorización o fue a la mala?) de igual modo, ¿se imaginan este mismo grupete hablando o tomando decisiones sobre temas estratégicos para la nación?
Con respecto el «grupete» que hablaba junto a la canciller como si estuvieran en un happy hour después de la oficina estaban -por la voz- la jefa de gabinete, Carola Muñoz; el secretario de Política Exterior, Alex Wetzig y el director de Planificación, Andrés Villar. Y resulta que la única sancionada es la jefa de prensa, siendo que los que se fueron de madre con sus comentarios fueron estos señores y señoras o señoritas.
En otros países – quizás menos serios que el nuestro- este episodio le cuesta el cargo a la ministra y a todos los funcionarios que allí estaban, porque si las Relaciones Exteriores de Chile está en esta manos -como dijo el senador Quintana- “de un grupo de novatos irresponsables”, ¡que el cielo nos proteja!
En este escenario de opereta, la principal responsable -la ministra de RREE- se despacha la siguiente frase: «Por supuesto conversé con el Presidente y no voy a renunciar» frase que refleja y hace carne el concept «seguimos» tan usado por el actual gobierno acompañó con esta otra que seguramente hizo reír de buena gana a Bielsa y a los vecinos de Buenos Aires: «Mi rol es poder fortalecer y cuidar la relación bilateral y quiero dar la certeza de que esa relación bilateral está muy bien, como ha estado desde el comienzo del Gobierno del Presidente Boric».
Sí Urrejola cree que está «cuidando la relación bilateral» con la Argentina, parece que tendrá que volver a hacer un curso de diplomacia express.