Desde hace 15 años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra el Día Mundial de la Actividad Física cada 6 de abril, cuyo principal objetivo es difundir los cuantiosos beneficios que trae consigo la práctica moderada de ejercicios. De hecho, el organismo indica que la inactividad física es el cuarto factor de riesgo en lo que respecta a la mortalidad mundial.
Las ventajas de la actividad física se manifiestan en toda la población de forma transversal, incluidos los adultos mayores, para quienes es fundamental desarrollar hábitos de descanso y sueño adecuado, tener especial cuidado en la alimentación, y por supuesto, realizar actividades recreativas o de ocio que sean indicadas y no riesgosas.
Con este tipo de prácticas se evita el deterioro funcional, se fomentan las relaciones sociales y se mejora la calidad de vida, tal como señala el Dr. Carlos Sánchez, gerente de operaciones de Acalis. “La prescripción de ejercicio para un anciano busca el bienestar mediante la movilidad, y no pretende alcanzar exigencias físicas propias de personas jóvenes o deportistas de modo de evitar lesiones o traumatismos”, agrega.
¿Qué beneficios específicos puede traer la actividad física en adultos mayores? Para el Dr. Sánchez, practicar actividad física de manera regular promueve una mejor autoestima, regulación del sueño, digestión y permite mantener la movilidad articular; influyendo en la prevención de enfermedades como osteoporosis, diabetes, dolor crónico, hipertensión y deterioro cognitivo, así como también puede evitar la sarcopenia (disminución de masa muscular), manteniendo una mayor independencia y adaptación del anciano.
La recomendación es realizar ejercicios que permitan la conciencia corporal, la propiocepción, potenciar el equilibrio estático y dinámico, la coordinación dinámica general, capacidad de realizar tareas duales, estructuración temporal y rítmica, relajación, trabajo ideomotor, actividades de comunicación, sociabilización con pares y pensamiento abstracto, asegura el especialista de Acalis.
A las personas que conviven con mayores es recomendable animarlos a que hagan sus tareas del día a día por ellos mismos, con las precauciones pertinentes, sin exponerlos a riesgos, hacer movimientos de las extremidades y ayudarlos o apoyarlos cuando así lo requieran, además de hacer ejercicios de coordinación acompañados por música o ritmos que a ellos les agrade.
En la red de residencias para el adulto mayor Acalis, se realizan una serie de talleres cuyo objetivo final apunta a la mejora en la calidad de vida de los adultos mayor. Uno de estos talleres es la “actividad física grupal”, en donde por medio del ejercicio, se potencian no sólo aptitudes físicas y motrices, sino que también estimulación cognitiva, se fomenta el compañerismo, la sociabilización y se busca hacerlos partícipes de los espacios públicos, por medio de paseos recreativos y culturales siempre en un contexto seguro y apto para la persona mayor.
Otro taller, corresponde a los orientados a prevenir las caídas en el adulto mayor. Este trabajo, más personalizado y en donde también el ejercicio físico cumple un rol fundamental, debe ser un “traje a la medida” para cada adulto mayor, de manera que se logren mejorar o corregir aquellos factores intrínsecos o extrínsecos que aumentan el riesgo de caídas.
