Este martes fue el día en que la Federación Internacional de Fútbol Asociado dictaminó castigos  a diferentes países por cánticos homofóbicos y políticos en los partidos de las Clasificatorias al Mundial de Rusia 2018. Chile fue el país que tuvo la mayor sanción: reincidir durante el período de prueba fijado en mayo de 2016 por lo que no podrá disputar en el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos de Santiago el partido contra Venezuela el 28 de marzo de 2017. A esto se suma una multa de $44 millones que debará desembolsar la Asociación.

Por esto, el secretario general de la ANFP, Sebastián Moreno, comentó que «fuimos notificados por la comisión de disciplina de la FIFA, una que dice relación en nuestra barra como visita ante Paraguay y otro ante Bolivia como local. El fallo es por sanciones económicas, 30 mil francos suizos en el primero y 35 mil en el segundo. Con respecto al fallo ante Bolivia dice que no se podrá usar el recinto en el partido válido para el mes de marzo ante Venezuela”.

Aunque, según el propio Moreno, apelarán al castigo impuesto por la FIFA «recibimos un informe ejecutivo de los fallos, los pasos a seguir son que en un plazo de 10 días de la notificación pidamos los antecedentes completos, y eso ya lo hicimos esta mañana, una vez que lleguen existe un nuevo plazo de 10 días para presentar la apelación ante la FIFA».

No obstante, el dirigente aseguró que la sanción pudo tener mayores consecuencias «existe un abanico de posibilidades muy diverso en los cuales el peor castigo era poder jugar sin público o, peor aún, no poder jugar en territorio nacional. En ese sentido, este es un fallo que claramente perjudica nuestras pretensiones, porque la casa de la selección es el Estadio Nacional, pero nos brinda una buena oportunidad para seguir trabajando en la concientización a nuestros hinchas para que no incluyan cánticos que puedan ser tomados como discriminatorios».