Luego de su Cuenta Pública a la Nación, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, se trasladó hasta la Plaza Sotomayor en Valparaíso, donde acompañada por el titular de Defensa, José Antonio Gómez, y los demás miembros de su gabinete ministerial, participó de la ceremonia conmemorativa del 137 Aniversario del Combate Naval de Iquique y de Punta Gruesa.
Con el arribo de la Presidenta Bachelet, junto al Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Enrique Larrañaga, se dio inicio a la ceremonia oficial que recuerda el hundimiento de la Esmeralda, la que incluyó el disparo de 21 cañonazos de salva a las 12:10 horas, la misma en que se hundió la gloriosa corbeta en 1879.
El almirante Larrañaga, en su discurso, destacó el ejemplo de Prat y sus hombres en la rada de Iquique señalando que: “Resulta oportuno reflexionar con humildad sobre el compromiso que representa para todos los chilenos, el ser herederos de un patrimonio histórico, generado por hombres que vistieron el uniforme de nuestra Armada, pero por sobre todo, herederos de una tradición que señala valores excelsos, lo que nos exige asumir frente a Dios y sin mezquindades, este privilegio construido y legado con generosidad y grandeza”.
El máximo jefe naval cerró su intervención recordando el sentido del 21 de Mayo: “El 21 de mayo le hace bien a Chile. Nos impone que cuando veamos humos negros en el horizonte nos preguntemos si ha almorzado la gente. Nos demanda que en los momentos de prueba, estemos dispuestos a asumir, con sencillez, nuestros deberes y responsabilidades con una sonrisa en los labios y con un fuerte y sereno: “¡All right!” Nos enseña que solamente el amor a la causa le hace bien a Chile y que nunca, ni siquiera en las condiciones de necesidad más extremas, el odio puede ser fructífero. El 21 de mayo nos señala un rumbo. Hincha nuestras velas de inspiración. Nos hace tener ansias de un futuro mejor y nos da una idea de cómo navegar para alcanzar ese futuro esplendor”.