La Convención sobre las Bombas de Racimo o Convención de Oslo, adoptada por 107 estados en mayo de 2008 en Dublín, y firmado los días 3 y 4 de diciembre de 2008 en Oslo, con 94 Estados que suscribieron el Tratado que prohibe el uso, producción, almacenamiento y comercio de este tipo de armas, pero esta convención ha sido rota por Ucrania y EEUU que le entregará estas bombas. Cabe señalar que esta Convención entró en vigor el 2010 y no forman parte Ucrania, Rusia y Estados Unidos.
El Presidente de EEUU, Joe Biden «lo aprobó (…) tras una recomendación unánime», declaró a la prensa el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, quien añadió que es «lo correcto», reseña un cable de DW.
Asimismo, EEUU dijo que los ucranianos dieron garantías «por escrito» sobre el uso que harían de estas armas para minimizar «los riesgos que suponen para la población civil».
Las bombas de racimo se incluyen en un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania del que el Pentágono ofrecerá detalles posteriormente, precisó Sullivan. El funcionario explicó que Washington retrasó la decisión todo lo que pudo, pero las tropas ucranianas necesitan municiones.
