Durante nuestros años trabajando con inversionistas inmobiliarios, hemos conocido de cerca el comportamiento de las personas que optan a este tipo de negocio, ya sea para obtener dinero de manera constante, dedicarse al rubro, o tener un piso económico para el futuro.
En este proceso podemos destacar un grupo de profesionales jóvenes, por lo general solteros y sin hijos, que buscan formas de pensar en su futuro, que impliquen una buena solución a un esfuerzo no tan fuerte y poca inversión de tiempo. Se trata de los llamados Millennials, quienes valoran de sobremanera su tiempo, por lo que buscan las opciones de inversión que les implica poco tiempo de uso para un buen retorno, contra alternativas que quizás pueden dar mayor rentabilidad, pero que a la vez involucran más esfuerzo.
Se trata por lo general es un público menos de 35 años, que está en su primer o segundo trabajo y se inclinan por departamentos pequeños, de valores que no superen las 2500 UF, ya que normalmente su renta oscila entre un millón 300, un millón 500 mil. Buscan departamentos pequeños, que se arrienden rápidos, y que le genere un dividendo acorde a su capacidad de ahorro mensual.
Hoy este grupo llega al 75% de la fuerza de venta de las inmobiliarias que se dedican a trabajar con quienes compran departamentos para inversión, cifra que va disminuyendo a mayor edad.
Es un grupo que no quiere vivir en un mismo lugar para siempre y cuyas aspiraciones son las de viajar o estudiar fuera de Chile y no comprar su primera vivienda con la intención de habitarla. Para ellos el hecho de que se arriende y de que de alguna manera se pague solo, es muy cómodo y no representa compromisos mayores. Además, está conformado por aquellos hoy no cree en las AFPs y que prefieren tener este método de inversión para la vejez, lo que les resulta mucho más óptimo y por lo mismo más rentable.
Sobre el tipo de viviendas que prefieren, se inclinan por departamentos pequeños, de valores que no superen las 2500 UF y las unidades más vendidas en este grupo son las de un dormitorio y un baño, seguido de 2 dormitorios y un baño. Las personas entre los 26 – 40 años tienden a preferir los departamentos pequeños, siendo los Studios y 1D 1B los más populares, en cambio sobre los 40 años tienden a elegir departamentos de mayor tamaño.
Para la ubicación de estos inmuebles, eligen comunas que sean muy centrales y principalmente cercanas a una estación de Metro, lo que les permite a sus arrendatarios tener siempre una buena conectividad. Además, cuando la comuna en sí se vuelve más conectada, los precios suben y se transforma en un capital altamente rentable. Hoy, cuando se anuncian líneas nuevas del tren subterráneo, automáticamente se elevan los precios y cuando comienzan a funcionar dichos recorridos, llega una nueva alza.
Es por eso que la elección siempre tiene que ver con aquellos sectores conectados, que cuenten con líneas de Metro, o para las cuales hay proyectos de futuras estaciones cercanas.
Este tipo de inversión, la logran a través de mecanismos que han ido ofreciendo las inmobiliarias, como una mayor cantidad de cuotas para el pago del pie, comprar más en blanco que antes, lo que les da tiempo para pagar el pie y proyectar más la compra.
Por lo general tienen una perspectiva a largo plazo. Mucha gente compra pensando en que complemente su jubilación, el gran porcentaje es ese. Y lo otro es el grupo que compra, para venderlo en unos años más, para venderlo más caro y volver a invertir, y esa segunda inversión la dejan para la jubilación. Y un grupo no menor, es el que busca tener un ingreso pronto vendiendo el departamento a un mayor valor en unos tres o cuatro años, que le da el pie para una vivienda propia.
Un comportamiento que se ha ido generalizando cada vez más, y que resulta exitoso para este tipo de negocios, que están transformando la manera de pensar de muchos jóvenes y convirtiéndolos en futuros adultos, con un piso económico importante, a quienes el sueño de la casa propio, no necesariamente les quita el sueño.