El nuevo informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), publicado el 28 de abril, confirmó que la inversión global en materia de Defensa global alcanzó los 2.718 mil millones de dólares en 2024, lo que representa un aumento interanual del 9,4 %, el más alto desde el fin de la Guerra Fría, con una media internacional del 2,5 % del PBI global.
En dicho contexto, según explicó el organismo, el gasto militar de Sudamérica se mantuvo estable en 2024 en 53.600 millones de dólares (-0,1%), marco en el que destacó que el gasto militar de Colombia aumentó un 14% en 2024, alcanzando los 15.100 millones de dólares, lo que representa el mayor incremento en una década, y el puesto 24 a nivel mundial. «Este aumento se debió principalmente a la intensificación de las acciones militares del gobierno durante el año en el suroeste de Colombia, tras la retirada de grupos armados no estatales disidentes de las conversaciones de paz», se señaló.
Brasil se mantuvo como el país con mayor gasto militar en la región, alcanzando los US$20.900 millones (puesto 21 a nivel mundial).
Según SIPRI, gasto militar argentino se desploma
En contraste con esta tendencia de gasto militar en aumento, los datos revelaron que Argentina continúa profundizando la disminución monetaria del presupuesto en materia de Defensa, con una inversión equivalente al 0,62 % de su PIB, marcando una tendencia decreciente y uno de los más reducidos de Sudamérica.
Complementariamente, el medio especializado trasandino Zona Militar señaló que «a lo largo de las últimas dos décadas, el presupuesto destinado a Defensa en la Argentina mostró una tendencia decreciente sostenida».
Agrega que, «según los datos del SIPRI, entre 2007 y 2011 el gasto osciló entre el 0,76% y el 0,89% del PBI. A partir de 2012, se registró una breve recuperación, alcanzando un pico relativo del 0,88% en 2014. Sin embargo, desde entonces se observa una caída progresiva: del 0,85% en 2015 se pasó al 0,73% en 2017, al 0,63% en 2021, y finalmente al 0,62% en 2024, el valor más bajo de toda la serie».
En comparación, a nivel regional en 2024, Colombia invirtió el 3,36% de su PBI en Defensa, Ecuador el 2,22%, Uruguay el 2,31%, Chile el 1,58% (que se compara con el 2,1% que se alcanzó en 2020, el punto más alto), Bolivia el 1,37%, Brasil el 0,97%, Paraguay el 0,93%, Perú el 0,91% y Guyana el 0,87%.
El medio explica que en el caso argentino, «este subfinanciamiento persistente tiene consecuencias estructurales. Aunque durante el último año se concretaron algunos hitos, como la compra de cazas F-16 a Dinamarca, las Fuerzas Armadas argentinas identificaron una serie de proyectos estratégicos pendientes de resolución, que abarcan desde la incorporación de nuevos sistemas de armas hasta el reemplazo de medios logísticos, aeronaves de transporte y capacidades submarinas. La mayoría de estas iniciativas dependen de decisiones políticas aún no adoptadas o de líneas de financiamiento que no han sido garantizadas en el marco presupuestario nacional«.
Resto del mundo
En el resto de las regiones del mundo se registró un significativo crecimiento, en particular en Europa y Asia. En el primer caso, el conflicto en Ucrania y los compromisos de rearme asumidos por países de la OTAN impulsaron un crecimiento del 17 % en el gasto continental. Alemania elevó su presupuesto un 28 %, mientras que Polonia lo incrementó en un 31% y, más aún, Rusia saltó un 38%. Israel, por su parte, aumentó su inversión militar un 65 %, en el contexto de su ofensiva en Gaza y la tensión creciente con Hezbolláh.
En Asia-Pacífico, China consolidó su lugar como segundo mayor gastador mundial, con 314 mil millones de dólares, mientras Japón y la India también incrementaron sus asignaciones. En América del Norte, Estados Unidos mantuvo su posición como el mayor inversor global en Defensa, con 997 mil millones de dólares, lo que representa el 37 % del gasto total.
