El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) junto al Ministerio de Salud (Minsal) y el Instituto de Salud Pública (ISP) advirtieron sobre los riesgos en procedimientos estéticos, apuntando que un 40% de los centros no cuentan con la autorización sanitaria necesaria para funcionar.
Estas tres entidades realizaron un minucioso estudio que reveló preocupantes brechas normativas y prácticas riesgosas en centros de estética y clínicas dermatológicas.
Hallazgos
Entre los hallazgos más alarmantes, se detectó que un 40% de los centros de estética analizados no cuentan con autorización sanitaria, lo que supone un grave riesgo debido a que las personas consumidoras podrían enfrentar complicaciones de salud debido a la falta de estándares de seguridad y calidad.
Además, algunos centros autorizados presentaron irregularidades, como operar en direcciones no habilitadas o realizar procedimientos fuera de la normativa.
Es común que algunos productos inyectables, como la toxina botulínica (conocida como botox), carezcan de registro sanitario y, por ende, puede no corresponder a dicha sustancia, lo que podría derivar en complicaciones graves, como infecciones, reacciones alérgicas y otros efectos adversos.
Por otra parte, cabe destacar que el ácido hialurónico inyectable, uno de los productos más utilizados en procedimientos estéticos, actualmente no está sujeto a la obligación de registro sanitario, por lo que es muy importante revisar antes del procedimiento el envase y la información contenida en éste.
Los productos utilizados en procedimientos estéticos, al ser mal utilizados, pueden generar efectos adversos graves, incluyendo infecciones, necrosis y ceguera.
Reclamos
Entre 2022 y 2023, el Sernac recibió 219 reclamos relacionados con servicios estéticos, de lo que un 62% correspondió a problemas comerciales, como la no devolución de dinero ante cancelaciones, mientras que un 38% se debió a fallas en la calidad de los procedimientos, incluyendo resultados insatisfactorios y problemas de salud.
La falta de información adecuada fue otro de los puntos críticos identificados. Muchas personas no reciben explicaciones o advertencias claras sobre los riesgos y resultados esperados de los procedimientos. Además, se observó una variación de precios de más del 50% en tratamientos similares, influenciados por la calidad del producto, la tecnología empleada y la ubicación del centro.
Los precios excesivamente bajos, en particular, suelen estar asociados a prácticas de baja calidad, productos no registrados o de dudosa procedencia.
El informe también destaca la necesidad urgente de actualizar la normativa sanitaria. Actualmente, Minsal trabaja en un proyecto de ley que busca modificar el Código Sanitario para regular estas prácticas, reforzando la seguridad y calidad de los servicios estéticos en el país.
Recomendaciones a la hora de elegir un centro estético
Verificar que el centro cuente con autorización sanitaria de la SEREMI de Salud.
Asegurarse de que los procedimientos sean realizados por profesionales calificados.
Confirmar que los productos utilizados tengan registro sanitario.
Desconfiar de precios excesivamente bajos y solicitar documentación que acredite el origen de los productos.