La asunción Javier Milei a la presidencia, como última salvación -según la votación trasandina- ante la debacle politicoeconómica y la corruptela sempiterna de la Argentina, se está convirtiendo en una pesadilla para los millones de argentinos y tambien para América Latina que esta sumando otro dictadorzuelo de republiqueta y que hace comparsa con Nicolás Maduro de Venezuela, Daniel Ortega de Nicaragua, Nayib Bukele de El Salvador y Daniel Noboa en Ecuador.
Si bien todos estos personajes han sido electos democráticamente -incluido Milei- con el tiempo se han transformado en dictadores afirmados en subterfugios para ser reelectos una y otra vez, tal como ya lo esta esbozando el vecino Javier Milei, que a diferencia de los otros este tiene problemas serios con su egolatría y autoerigirse como mesías de la libertad y del anticomunismo del mas trasnochado, su comportamiento más bien se enmarca en la lógica de una secta donde él (Milei) y su hermana (gran sacerdotiza) son los controladores emocionales de sus fanáticos.
Lamentablemente -para Chile– Milei es un fanático antiizquierda, anti palestina, antichileno y que cree ser elegido para instaurar una nueva suerte de despotismo (des)ilustrado.
Pero los últimos dichos tanto de su ministro de Economia como del propio Mandatario develan el desprecio que sienten por Chile y por el Gobierno de turno, desprecio que han. hecho patente desde el primer día en que llegaron a la Casa Rosada, tal como lo manifestó el pequeño embajador y excanciller trasandino Jorge Faurie famoso por sus punzantes y ofensivos comentarios sobre Chile.
Todo lo anterior aderezado por las compras compulsiva de armamento para ‘recuperar’ las capacidades militares argentinas y que debe hacer reflexionar a Chile en relación a que busca Milei con este repotenciamiento, será forzar el tema pendiente en Campo de Hielos Sur, forzar pretensiones sobre la Antártica, apoyar asi el expansionismo territorial?
Falta mas firmeza a la llamada clase política chilena y a la derecha en particular que se dice patriota pero que en la práctica es patriterismo de bolsillo, pero nunca defienden los intereses de la República como se merece, tal como lo hizo Piñera en pleno juicio con Perú y él y sus empleados negociando una pesquera y por cierto la supuesta carta presidencial de la derecha Evelyn Matthei habla de todo, critica todo pero a la hora de defender la soberania chilena y la república pierde el habla.
Por ahora Argentina seguirá en manos de una secta de fanáticos.