Este miércoles se cumplió el segundo día de una de las mayores ofensivas masivas de Ucrania con drones contra objetivos estratégicos al interior de territorio ruso, en la víspera de las elecciones presidenciales de dicho país. Los blancos incluyeron tres de las mayores refinerías de petróleo, entre ellas la de Rosneft en Ryazan, escenario que el propio presidente Vladimir Putin calificó como un intento de perturbar las votaciones que se desarrollarán entre el 15 y 17 de este mes.
La ofensiva de vehículos no tripulados se une a un renovado esfuerzo ucraniano por asestar golpes de efecto contra los ataques rusos, que se ha traducido la contención de la ofensiva en el este tras la evacuación de Avdiivka, la incursión en paralelo de unidades rusas contrarias al régimen de Putin en las provincias de Belgorod y Kursk que lleva ya un par de días y ha capturado ya algunas poblaciones fronterizas, y la reaparición masiva de la artillería ucraniana en el frente luego que países europeos reanudaran la entrega de munición.
Rusia y Ucrania han utilizado oleadas de drones para atacar diversas infraestructuras, pero mientras muchos de los ataques rusos han incluido objetivos civiles que han causado centenares de víctimas fatales, las ofensivas ucranianas se han concentrado en infraestructuras productivas críticas, instalaciones militares y concentraciones de tropas, con especial énfasis en refinerías e instalaciones energéticas rusas en los últimos meses.
El ataque de esta jornada sucede al ocurrido ayer, donde se alcanzaron objetivos en diez regiones rusas y dañar gravemente la refinería de Lukoil NORSI, mientras que en el ataque de hoy al menos tres drones ucranianos impactaron la refinería de petróleo de Rosneft en Ryazan, la séptima mayor de Rusia, a 180 km de Moscú.
La agencia estatal de noticias rusa RIA Novosti indicó que cuatro drones ucranianos atacaron la planta de madrugada, lo que provocó un incendio de 175 metros cuadrados. El incendio fue sofocado varias horas después. El impacto en su producción no quedó claro de inmediato.
Videos publicados en redes sociales mostraron una columna de humo negro que se elevaba por encima de las llamas en la planta de Ryazan, que refina unos 12,7 millones de toneladas de petróleo al año, equivalente al 4,6% del total ruso, según fuentes de la industria. Además, representa el 6,4% de la producción rusa de gasolina, el 4,1% de la de gasóleo, el 7,7% de la de fueloil y el 8,0% de la de combustible de aviación.
Un dron fue destruido por las defensas aéreas cuando se aproximaba a la refinería de Kirishi, la segunda mayor de Rusia, en el norte del país, según Alexander Drozdenko, gobernador de la región de Leningrado. No hubo ningún impacto en el trabajo de la refinería, dijo, aunque en redes sociales circulan varios videos de plantas industriales envueltas en llamas en dicha zona.
Los ataques también afectaron a las refinerías de Kstovo y Kirisha, además de bases de la Fuerza Aérea rusa en Buturlinivka y Voronezh.
La seguidilla de ataques, que ya ha llevado en días previos al gobierno ruso a restringir las exportaciones petroleras debido a los daños causados en otras plantas, ha obligado a reforzar la seguridad en torno a las refinerías de petróleo en algunas regiones, según informaron los medios rusos.
Ante los ataque, y en declaraciones publicadas esta jornada, Putin acusó a Kiev de intentar interferir con sus ataques en las elecciones presidenciales del 15 al 17 de marzo.
“El objetivo principal, no me cabe duda, es —si no perturbar las elecciones presidenciales en Rusia— al menos interferir de alguna manera en el proceso normal de expresión de la voluntad de los ciudadanos”, declaró a la agencia de noticias estatal rusa RIA y a la televisión estatal Rossiya-1en una entrevista extensa.
Putin, que lanzó una invasión a gran escala de Ucrania hace dos años, está casi seguro de ganar la votación.
(Con información de Deutsche Wellle e Infoabe)