Tras revelarse una serie de reuniones privadas del exdiputado UDI Pablo Zalaquett con ministros del actual gobierno y también con dirigentes políticos, han surgido toda clase de ácidas y demoledores críticas como si fuese un acto impuro que merece la pena capital, los más furiosos críticos: cierta prensa y particularmente la que hizo la denuncia cuyo principal sostenedor por años fue el dueño de Copesa y nunca nadie hizo reclamo alguno por ‘apoyar’ el periodismo de investigación y que nunca investigó a su mecenas. La derecha, principalmente, ha sido particularmente reclamante y vociferante con las citas organizadas por Zalaquett, la misma derecha que por décadas se reunió en privado con todos los poderes del país y nadie reclamaba nada, pero bastó que apareciera este outsider de la política formal para atacarlo con todo, o ¿será que le está quitando el negocio a controladores del cartel del Lobby?
Incluso el propio Gobierno que no no vamos a decir que es de derecha salió a descartar la mala intención esbozada en las críticas: «Así lo sostuvo este martes la ministra secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo, desde La Moneda, quien hizo especial hincapié en que “en un momento incluso se le criticaba al gobierno por qué no conversaba más con el mundo empresarial”, subrayando a continuación que el mandato del Gobierno es “dialogar con las organizaciones de la sociedad civil y con los empresarios y empresarias permanentemente”.
Pero en esta discusión que copa la agenda de los medios controlados por los poderes fácticos empresariales e ideológicos como Copesa, El Mercurio, El Mostrador, El Libero, TV13 o MEGA, ninguno de estos puritanistas repara en lo realmente de fondo: En Chile se perdió la capacidad de dialogar, de conversar, de parlamentar ¿acaso cuando los directores o editores de medios se reúnen bajo doble y triple off y en secreto con poderosos y políticos no deberían revelar estar citas ya que si podrían ser instancias donde se puede influir a través de crónicas, reportajes con determinadas posiciones frente a un tema?
Así las cosas, lo que desnuda lo de Zalaquett es el cinismo político y de medios sobre este tipo de prácticas -reuniones- o ya se olvidan de lo ocurrido en 2014 cuando el entonces senador y controlador del PPD, Guido Girardi ofreció una cena en homenaje al presidente de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, a la que asistieron supremos, seis futuros ministros, encabezados por el ministro del Interior, Rodrigo Peñaillilo; el Contralor General de la República, Ramiro Mendoza; el Fiscal Nacional, Sabas Chahuán, los rectores de las universidades de Chile y Católica; el presidente de la ANEF, Raúl de la Puente; y el senador Francisco Chahuán (RN), entre otros.
El pasado 7 de enero de 2022 el presidente Sebastián Piñera convocó a una cena privada en su casa con dirigentes y parlamentarios de Chile Vamos.
Es decir todos se reúnen en citas privadas para poder conversar.Sería interesante que los controladores del cartel del lobby se pronunciaran y abrieran sus agendas para conocer cuantas citas ultrasecretas han sostenido y no han dicho nada. Lo mejor es terminar con este cinismo político y periodístico.