Hace algunos meses, la Comisión Europea comenzó un proceso para restringir el uso de miles de sustancias químicas presentes en productos cotidianos utilizados por mujeres embarazadas, entre las que se encuentran disruptores endocrinos que alteran el equilibrio hormonal. ¿Cuál es la normativa vigente en Chile y qué se está haciendo en la industria cosmetológica?

En el año 2013, la OMS ya alertaba sobre la necesidad de realizar mayores investigaciones de estas sustancias.En la Unión Europea, la preocupación por evitar algunos cosméticos usados por mujeres embarazadas, fue inmediata tras conocer los efectos adversos en el organismo, al utilizar aquellos con disruptores endocrinos (DE). 

Pero, ¿de qué se tratan estos contaminantes ambientales? Son sustancias químicas presentes en diversos productos, que pueden interferir con el sistema hormonal del cuerpo humano, imitando o bloqueando la acción de las hormonas naturales, causando desequilibrios en el sistema endocrino. De la misma manera, se ha demostrado que los disruptores endocrinos están relacionados con problemas de salud, como trastornos reproductivos, alteraciones en el desarrollo fetal, disfunciones hormonales y mayor riesgo de enfermedades crónicas o cáncer.

Sin ir más lejos, un informe de las Naciones Unidas, destaca algunas relaciones entre la exposición a los DE y diversos problemas de salud. En particular, la posibilidad de que contribuyan a la criptorquidia (ausencia de descenso de los testículos) en los jóvenes, al cáncer de mama en la mujer, al cáncer de próstata en el hombre, a problemas de desarrollo del sistema nervioso y al déficit de atención/hiperactividad en los niños o al cáncer de tiroides.

No solo son una amenaza para la salud humana, sino que también para el medio ambiente. Debido a que los químicos que actúan como disruptores endocrinos se liberan a la naturaleza a través de los desechos o aguas servidas, también pueden afectar a la flora y fauna. 

¿Por qué acentuar la atención en las mujeres embarazadas?

Los DEs se pueden transferir de la mujer embarazada al feto en desarrollo a través de la placenta, y al niño/a a través de la leche materna. 

María Teresa Halabi, Socia Fundadora de La Cinta, marca chilena de cosméticos 100% naturales hechos de caléndula, para el cuidado de la madre y del bebé en el embarazo y postparto, explica que el efecto de las exposiciones puede no ser evidente hasta pasados los años. 

Según Nicolás Olea, catedrático de Medicina por la Universidad de Granada, “Los efectos más perjudiciales se producen por exposiciones tempranas a disruptores endocrinos en las primeras etapas de la vida (embrión, feto y primera infancia). Las exposiciones que ocurren en ese momento tienen consecuencias tardías, la gente más expuesta es la joven. El medio en el que se desenvolvía la infancia en los años cincuenta y sesenta era de madera, mármol y vidrio, pero a partir de entonces fue de plástico, y eso está teniendo efectos negativos”. 

Para evitar la exposición a los disruptores endocrinos, desde “La Cinta” aconsejan evitar todos los que los cosméticos y perfumes que lleven dimeticona, canfeno y fenoxietanol (este también se encuentra en el gel hidroalcólico para las manos). También hay que buscar alejarse de aquellos que lleven benzofenonas, parabenos y filtros ultravioletas. 

En el mundo la cosmética natural está creciendo a pasos agigantados, y Chile no queda fuera de esta tendencia. Según un informe de Grand View Research, el tamaño del mercado mundial de cosméticos espera expandirse a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 4,2% de 2023 a 2030, proyectándose un alcance mundial de US$ 79,6 mil millones para 2033.

Cada día, son más las marcas conscientes, con el foco en la preocupación por la salud de sus consumidores, como por el medio ambiente. “Como consumidores estamos en una era más informada y por lo tanto más exigentes, en donde no da lo mismo lo que me pongo o lo que como, porque entiendo que puede tener compuestos que podrían ser perjudiciales. En relación a las marcas es lo mismo, la información y el asesoramiento con profesionales es clave”, finaliza Maite, Socia Fundadora de La Cinta.