El enrojecimiento de los ojos es una molestia común que muchas personas han experimentado en algún momento. Si bien es tentador comprar gotas por cuenta propia para aliviar este problema, es importante destacar que lo más recomendable es que un especialista indique cuáles gotas usar después de realizar una evaluación médica.
Existen diversas causas que pueden provocar el enrojecimiento de los ojos, entre las que se incluyen el cansancio, las alergias, la falta de lubricación, la exposición al humo, la irritación causada por el uso de lentes de contacto o incluso una infección.
El Dr. Eusebio García, Director Médico de Clínica Oftalmológica Providencia, explica que en estas situaciones los vasos sanguíneos de la superficie ocular se dilatan, lo que hace que la esclerótica (parte blanca del ojo) luzca roja. Las gotas destinadas para el blanqueamiento de los ojos enrojecidos suelen ser gotas oculares descongestivas. Estas gotas contienen vasoconstrictores que eliminan el enrojecimiento de los ojos de forma temporal estrechando los vasos sanguíneos.
Agrega que el uso de gotas para los ojos puede resultar útil en estas situaciones, ya que contribuyen temporalmente a reducir la inflamación de los vasos sanguíneos y alivian el enrojecimiento y las molestias asociadas.
Si bien utilizar estas gotas de forma esporádica para un evento específico no representa un problema, es importante destacar que el uso prolongado no está recomendado, ya que puede tener un efecto rebote y provocar enrojecimiento constante. En su lugar, recomienda utilizar lágrimas artificiales sin conservantes y consultar a un especialista para recibir una recomendación adecuada sobre qué tipo de gotas son las más apropiadas según el problema específico.
Añade que en ocasiones el enrojecimiento de los ojos puede responder a problemas como infecciones intraoculares o incluso una enfermedad más grave, como por ejemplo el glaucoma, por lo cual es importante consultar con un oftalmólogo.
En términos generales, es conveniente consultar a un especialista ante problemas como los mencionados a continuación:
- Enrojecimiento repentino o continuo de los ojos.
- Lesión ocular.
- Visión borrosa.
- Molestia o dolor.
- Secreción pegajosa.
- Lagrimación excesiva.