Todos los gobiernos debe lidiar a lo menos una vez durante su periodo con un paro de camioneros, le paso a Bachelet, a Piñera y ahora a Gabriel Boric, pero en este conflicto -que entra a su quinto día-, se aprecia la falta de experiencia, la falta de muñeca política y la total falta de diseño estratégico de parte de la autoridad de turno que ayer habló duro e invocó la Ley de Seguridad del Estado y le pidió a Carabineros el despeje de rutas. Pero el anuncio no funcionó y dejó a las autoridades de Interior en muy mal pie y minimizada su autoridad, daño que también afecta al ministro de Hacienda quien aseguró que las demandas de los camioneros son desproporcionadas.
Si se invoca la Ley de Seguridad la autoridad política de turno tiene que tener claro que debe hacerla cumplir, tal como lo hizo el Presidente Ricardo Lagos en agosto de 2002 cuando los «micreros» bloquearon calles, y se aplicó la Ley.
En junio de 2008, la Presidenta Michelle Bachelet tuvo que hacer frente a un paro de camioneros de 3 días y que le significó a su administración ceder en un acuerdo que significó que hasta fin de año se acordó la devolución a los transportistas del 80% del valor pagado en impuesto específico y del 100% a partir de 2009.
La movilización convocada por Fuerza del Norte, fue avisada con antelación -17 de noviembre- por lo tanto el Gobierno de turno tuvo tiempo para haber desactivado el conflicto y haber iniciado negociaciones y las necesarias operaciones políticas para no llegar a este momento en que se ha alargado y extendido la movilización poniendo en riesgo el abastecimiento de la nación debido a que depende del transporte carretero al no tener otros sistema de transporte como el ferroviario que todo país serio tiene porque además es una cuestión estratégica y de seguridad nacional, pero en Chile ocurre todo lo contrario.
En este escenario, en que durante la jornada de este viernes no hubo acuerdo entre las autoridades y los camioneros, se abre un escenario complejo para el Gobierno debido a que no le queda mucho espacio para hacer valer el Estado de Derecho y obligar a los manifestantes a dejar libres las rutas, ya que la famosa Ley de Seguridad del Estado ni siquiera les hizo «cosquillas» y quedó totalmente atropellada por los camiones que en una jugada política mantienen sus posturas en un inicio de fin de semana en que se notará que ya no hay de todo en los supermercados y ferias; es decir los camioneros saben que le están metiendo más presión a un gobierno inexperto, con um muy mal equipo negociador para el tema y con un parlamento que poco y nada pesa porque están preocupados de cualquier cosa menos de los grande problemas país, es decir los camioneros le ha tomado el pulso al Ejecutivo y saben que es débil y no tiene mucho aguante para una presión de esta magnitud.
Entonces, también surge otra incógnita, qué intereses políticos hay detrás de esta movilización -más allá del precio del petróleo que es alto en todo el mundo, de la inseguridad que se arrastra desde el gobierno pasado y que se ha agudizado en este.