Desde el 5 de septiembre Sus Graciosas Señorías del Parlamento, se sienten empoderadas y literalmente dueñas del Proceso Constituyente armado al fragor de la derrota y/o triunfo del Rechazo de la Constitución que se propuso, pero estos señores se han olvidado que el mandato real decía que si se rechaza seguía rigiendo la Constitución ultramega parchada del ’80.
Izquierda y derecha (incluida la DC, los Amarillos, PDG) -unidas por el amor desenfrenado por el poder- se han dado maña con la genuflexión del gobierno de turno -igual como lo hizo Piñera- para que tomar el control del proceso olvidando que la génesis del cambio de Constitución no vino del mundo de las poltronas, la verdadera dictadura parlamentaria ejercida por décadas de apernados en el Congreso, sino que del hastío de millones de ciudadanos que dijeron no más casos como PENTA, SQM, reposición de jarrones quebrados, luminarias y cientos de casos de política&negocios que han hecho de la mal llamada «clase política» una casta cerrada que controla todos los ámbitos del quehacer nacional, porque no es casualidad que políticos en su mayoría ex autoridades y exparlamentarios se vayan a los directorios de grande consorcios para seguir la incestuosa relación con el poder y así mantener el control de la República, una República que hace tiempo se viene desmoronando. Por ello sería aconsejable que los jerarcas del Congreso y los partidos políticos revisarán la encuesta CEP de 2021, eran los peros evaluados y ese escanrio no ha cambiado hoy.
Si se revisan los «mapas» de poder de los políticos -por ejemplo- se observa como el cruce de familias y lazos políticoempresariales entretejen un entramado casi inexpugnable donde cohabitan moros y cristianos, donde el Gobierno de turno es un mero detalle.
La semana que se inicia marcada por el «volador de luces» llamado «BORDES», y larguísimas conversaciones que llevarán adelante los jerarcas de los partidos solo servirá para seguir estirando el chicle pasando por alto a la ciudadanía, a los alcaldes, a las organizaciones sociales y en definitiva al resultado del plebiscito que NO quiere una nueva cocina y una Constitución hecha a medida del poder parlamentario que solo vela por sus multimillonarias dietas y beneficios faraónicos en momentos en que el mundo cruzará una de las peores crisis económico-sociales después dela crisis del ’29, pero como los parlamentarios se sienten seguros, resguardados y cómodos por sus ingresos asegurados gracias a los impuestos que pagan todos los chilenos para su beneficio, darán vueltas y vueltas en sus diálogos de sordos para no hacer nada.
En este contexto no resulta extraño lo que dijeron ayer el diputado de Renovación Nacional, Diego Schalper; y el presidente de lo que queda de la Democracia Cristiana, Aldo Mardones, quienes sostuvieron que trabajarán en las bases constitucionales para llegar a los acuerdos necesarios, es decir dicen -sin decirlo así- no es otra cosa que ya estaría todo cocinado, así los partidos políticos con representación parlamentaria se reunirán este lunes para presentar sus propuestas a las directivas de las colectividades bajo el marco del diálogo del nuevo proceso constituyente.
