En un verdadero estado de shock quedó el Partido Comunista tras el escandalosamente fallido nombramiento de Nicolás Cataldo en la Subsecretaría del Interior (y la posterior búsqueda desesperada de un reemplazante de la misma tienda política a última hora), al punto que este miércoles acusaron el duro golpe recibido y exigieron al Gobierno no renunciar a su programa, so pena de tomar «nuestras cositas y nos vamos a la otra vereda«.

Más aún, siguiendo las destempladas declaraciones de Carmen Hertz ayer, el Partido volvió a desatar su furia en contra de la derecha.

En este contexto, el presidente del partido, Guillermo Teillier, se vio obligado a reconocer miércoles que la fallida designación de Cataldo como subsecretario del Interior «fue un golpe duro» para el PC.

En una entrevista publicada hoy por El Siglo, el líder político sostuvo que «evidentemente que lo de Cataldo fue un golpe duro para el Partido Comunista«, ya que «nombren a alguien en un minuto subsecretario y al otro minuto lo saquen por presión de la derecha, claro que le duele al partido». Ello, sin embargo, sin reconocer la responsabilidad en promover y defender una designación que arrastraba una serie de polémicas declaraciones en contra de una institución como Carabineros, con la que hubiera debido trabajar estrechamente.

Teillier reveló que el Presidente Gabriel Boric lo llamó tras el cambio de gabinete para abordar el «momento político» del país y principalmente a lo acontecido con Nicolás Cataldo.

«Me queda claro que es un momento complejo, difícil, y la verdad que era muy contraproducente mantener en el cargo a Cataldo, porque la derecha iba a hacer todo lo posible para que el desempeño de ese funcionario no fuera posible y que seguiría usando eso como pretexto para tratar de erosionar al Gobierno y la continuidad del proceso constituyente», reflexionó.

A su juicio, indicó que «la derecha no acepta que un comunista esté en el Ministerio del Interior, ahí hay un veto«, haciendo hincapié en que esta situación «no fue el mejor preámbulo para llevar adelante un esfuerzo común de todos los partidos para avanzar en el proceso constituyente y la demanda de una nueva Constitución».

Sin embargo, aseguró que asumen su «responsabilidad política con fuerza», que el partido «apoya al Gobierno» y están «comprometidos en la continuidad del proceso constituyente».

«A la otra vereda»

Pese a estos últimos dichos del timonel comunista, el senador comunista Daniel Núñez expresó en entrevista con Radio Pauta que quedó con un «saborcito amargo» tras el fracasado nombramiento de Nicolás Cataldo y advirtió que, en este nuevo escenario surgido tras el cambio de gabinete de ayer martes, en el caso que el Gobierno deje su programa de lado, la colectividad tomarán sus «cositas y nos vamos a la otra vereda». 

Sobra la caída express del fracasado nombramiento, el senador sostuvo que «el tema al final no son los tuits, sino que aquí la derecha puso un veto a un subsecretario del Interior del Partido Comunista».

«Quedamos con un saborcito amargo. Uno sintió que hubo una falta de consideración hacia el PC por toda la situación que se genera con la nominación fallida del subsecretario del Interior», señaló Ñúñez, quien atribuyó el hecho a que «para el poder económico en Chile (…) la principal amenaza en los procesos de cambios sociales es el PC porque saben que nosotros somos un partido muy sólido«, insistiendo además en que existe un sector «radical de la derecha que lo que quiere es impedir este nuevo proceso constituyente y que lo más probable es que lo intenten boicotear».

Finalmente, indicó que si el Gobierno deja de lado su programa, el partido saldría del bloque oficialista, es decir, de Apruebo Dignidad: «Si esta coalición dice ‘en realidad estamos contentos con este modelo’, por favor, nosotros ahí tomamos nuestras cositas y nos vamos a la otra vereda«, dijo.