El ministro de Defensa, Alberto Espina, declaró esta mañana que «las Fuerzas Armadas no pueden aceptar que sean objeto de ataque o que causen grave perjuicio o daño a sus unidades militares o a aquellos monumentos que están entregados bajo custodia«, al referirse al ataque que fue sometido por un grupo de violentistas el Monumento a los Héroes de Iquique en Valparaíso el pasado sábado.

En entrevista con Tele13 Radio, el ministro recalcó que «el monumento de las Glorias del Combate Naval de Iquique es un monumento nacional; destruirlo o dañarlo tiene una pena que va de 541 días a 5 años de cárcel«.

Ante la ocurrencia de estos ataques, Espina aseguró que «la Armada tiene todo el derecho a impedir que lo destruyan, es decir, si hay una agresión ilegítima, existe necesidad racional del medio empleado para impedirla, repelerla».

Más categórico aún, afirmó que «si un grupo de vándalos pretende destruirlo, la Armada de Chile tiene el deber de protegerlo, incluso usando sus armas de fuego si se llega al extremo que lo justifique».

En todo caso, precisó que en situaciones como esta, «las Fuerzas Armadas actúan con gradualidad, con prudencia«, destacando que dicha gradualidad dependerá «de la envergadura del ataque, pero si hay un ataque al personal de las Fuerzas Armadas que está custodiando una unidad militar o está frente a un monumento y es atacado, obviamente tiene todo el derecho a defenderse».

En este contexto resaltó que «si aceptamos que se vulneren los cuarteles militares y se roben esas armas (de fuego y guerra), se está afectando gravemente la seguridad de la nación«.

Entrando en el polémico caso de la protección de infraestructura crítica por parte de las FF.AA., el titual de Defensa señaló que estas «cumplieron su deber que era, fundamentalmente, mantener la infraestructura crítica de Chile. Esos nueve días (de Estado de Emergencia) fueron muy duros (…) pero las Fuerzas Armadas lograron proteger el agua, la luz, el gas y toda la infraestructura crítica del país que fue atacada en algunos casos», señaló el ministro, precisando que en octubre pasado «hubo ataques concretos en contra tres o cuatro lugares que son infraestructura crítica, en el norte sobre todo, relacionados con la energía».