Son muchos los factores involucrados para lograr este objetivo, pero uno que ha adquirido especial importancia en las últimas versiones ha sido la incorporación de tecnología audiovisual y de videoproyección, elementos que si bien han facilitado la circulación de montajes internacionales, han planteado el gran desafío para la organización de Fitam de contar con recursos tecnológicos de calidad superior que cumpla con las exigencias de los espectáculos.
Este año, el festival presenta una obra que promete ser una de las propuestas audiovisuales más destacadas del evento. “Granma, metales de Cuba”, que integra como parte de su escenografía la proyección de tres pantallas simultáneas y una apaisada, lo que implica utilizar tres equipos al mismo tiempo, para lograr las imágenes que componen la escena. “Entonces optamos por proyectores con tecnología láser de Epson, capaces de entregar una nitidez tal, que pareciera que lo que se está viendo es un video, siendo que en realidad es la proyección en una pantalla de enormes dimensiones para dar la ambientación precisa a la obra”, explica la coordinadora de circulación de Fitam, Luisa Tupper.
Esta ambientación es posible gracias a que los equipos escogidos proporcionan colores muy vívidos y además no producen competencia lumínica entre ellos.Todo gracias a “la tecnología láser que permite trabajar con alto contraste y con un negro casi absoluto. Son proyectores muy versátiles y con una amplia gama de brillo ideal para las artes escénicas”, indica Octavio Gana, uno de los socios de Delight Lab, el estudio de diseño audiovisual que ha proyectado durante los últimos meses consignas en Plaza Italia y que estará dando, junto a Epson, un taller para trabajadores de las artes escénicas en este festival de teatro.
Gracias a esta innovación sobre las tablas, Fitam ha logrado presentar año tras año montajes creativos que son verdaderas experiencias sensoriales para el público, puesto que “cuando un espectáculo tiene estos elementos técnicos de calidad logra que la vivencia del público sea más completa y que los espectadores puedan entrar de lleno en la obra”, sentencia Luisa.
