Este domingo el Chile, las grandes cadenas de supermercados y el retail no podrá entregar más bolsas de plástico, anteriormente, en agosto de 2017, la Presidenta Michelle Bacehelet daba el primer gran paso y propiciaba el fin de la entrega de bolsas plásticas en todas las comunas costeras del país. Un avance que dio paso a otras iniciativas y coloco a Chile en la vanguardia de la lucha efectiva contra este material que lo contamina todo. El problema es que todo, absolutamente todo viene envuelto en plástico, lo que se transforma en una lucha titánica contra este material que mueve mille de miles de millones de dólares en todo el orbe.
La agencia estatal alemana DW, publica una extensa crónica que titula: América Latina:»Chao al plástico», la cual reproducimos íntegramente porque da una mirada desde Europa sobre este tema que si le importa a todas las Américas.
Según datos de ONU Medio Ambiente, el Caribe es el segundo mar más contaminado de plásticos en todo el mundo. Para proteger su biodiversidad, los gobiernos han acelerado sus esfuerzos, desarrollando una legislación que prohíbe la utilización de plásticos de un solo uso.
Mientras que en Europa estos productos podrán seguir usándose hasta finales de 2020, desde el pasado 1 de enero, en ocho países del Caribe, entre los que se incluye Costa Rica, están prohibidos los utensilios plásticos desechables.
Esta medida coincide con otras iniciativas que se están llevando a cabo en la región como la ley #ChaoBolsasPlásticas impulsada por el gobierno chileno. El pasado agosto, Chile, se convirtió en el primer país suramericano en prohibir el uso generalizado de bolsas de plástico desechables.
«Su puesta en marcha ha generado un cambio cultural en los chilenos quienes han tomado conciencia del impacto del plástico, principalmente los de un solo uso”, aseguró a DW la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt.
El cambio ha sido adoptado rápidamente. «Según una encuesta publicada en diciembre, el 80% de los consultados aseguró que usa bolsas reutilizables al hacer sus compras. Esto es muy significativo porque los primeros seis meses de vigencia de la ley, plazo que se cumple el 3 de febrero, los comercios todavía pueden entregar hasta dos bolsas plásticas por compra, sin embargo, es la misma ciudadanía la que se adelantó a la medida y está usando las de tela”, recalcó.
Concienciación ciudadana
La necesidad de regular el uso de bolsas plásticas surgió de la propia ciudadanía. «La última ‘Encuesta Nacional del Medio Ambiente señalaba que el 95% de la población estaba a favor de prohibir la entrega de bolsas plásticas en el territorio nacional para no contaminar”, apuntó.
De este modo, recordó que la ley nacional va precedida de iniciativas locales en este ámbito. «Antes de la promulgación de la ley, existían 100 comunas a lo largo del país que contaban con ordenanzas municipales que prohibían o restringían la entrega de bolsas plásticas en el comercio”.
Chile produce anualmente alrededor de 3.200 millones de bolsas plásticas y alrededor de 90% termina en vertederos o en el mar. En Perú, dónde se consumen 947.000 toneladas de plásticos al año, el gobierno aprobó, el pasado mes de diciembre, la ley del plástico que prohíbe productos como los sorbetes de plástico, bolsas de plástico y envases de tecnopor para bebidas y alimentos.
Según informe de ONU Medio Ambiente, un tercio de todos los residuos generados en las urbes latinoamericanas terminan en vertederos abiertos o en el medio ambiente. Igualmente, destaca que alrededor de 145.000 toneladas de desechos se eliminan de manera inadecuada diariamente y solo 10% se reutiliza a través del reciclaje u otras técnicas de recuperación.
En Perú, la ley pretende generar una transición hacia una economía circular del plástico. Por ello, «se busca promover la formalización de los actores de la cadena de valor del plástico, así como impulsar la integración de la actividad de los recicladores en la gestión y manejo de los residuos sólidos”, dijo Giuliana Becerra, directora general de Calidad Ambiental de Perú.
Buscando alternativas
Otro reto es involucrar al sector empresarial que «amplió su portafolio para hacer frente a la nueva demanda de productos aún insatisfecha en nuestro país”, apuntó, refiriéndose a materiales reutilizables y biodegradables. «Este sector genera innovación y utiliza materia prima nacional, considerando que hace un año atrás el 100 % de la resina de plástico era importada”, agregó.
La implicación de los productores es, pues, esencial. «Por medio de alianzas con el sector privado, buscamos transformar este sector y que se convierta en productor de alternativas al plástico”, dijo a DW Haydée Rodríguez Romero, viceministra de Aguas y Mares de Costa Rica.
El país centroamericano ha elaborado una estrategia nacional sobre el uso del plástico que incluye «estimular inversión en proyectos productivos que contribuyan a la sustitución del plástico de un solo uso por alternativas renovables”.