El diputado y presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, se lanzó con todo a criticar a Evópoli y la forma en que están haciendo política, profundizando sus diferencias con los líderes de esa colectividad, Felipe Kast y Hernán Larraín Matte por su actuar ante la “tormenta” que atravesó el gobierno por el tema del ex ministro Mauricio Rojas y sus dichos contra el Museo de la Memoria.
Sobre la abrupta salida de Rojas de la cartera de las Culturas y las Artes, Desbordes concuerda en que fue una de las polémicas más “duras” para el gobierno del Presidente Sebastián Piñera y “nadie puede alegar que no se revisó el currículo y la historia de Mauricio Rojas, porque la conocíamos todos. Ahora, él jamás ha validad ni justificado las violaciones a los DD.HH.”.
Este episodio provocó una fuerte controversia al interior de Chile Vamos sobre los derechos humanos, ante lo que el timonel de RN señala en conversación con El Mercurio que “cómo es posible hacer una declaración pública en medio de una tormenta de nuestro gobierno, quitándolo el piso al ministro. Este tipo de cosas se hacen en privado. Le reprocho a Felipe Kast y a Hernán Larraín Matte que sea una constante intentar diferenciarse para hacerle creer a la gente que ellos son los buenos y nosotros los malos”.
Y apunta directamente contra el senador de Evópoli, Felipe Kast, como el dirigente de ese partido que constantemente está buscando la forma de diferenciarse de las otras tiendas que conforman el conglomerado oficialista.
“Nosotros somos los partidos que venimos de la dictadura y ellos son el partido moderno, bonito y simpático. Quizás esto tiene que ver con traumas en Evópoli. No debe ser sencillo para ellos cuando la mayoría de la dirigencia de Evópoli tiene a su progenitor o algún familiar directo entre los principales gestores del gobierno militar”, precisa.
En cuanto a una eventual división en Chile Vamos, Desbordes sostiene que estos conflictos podrían complicarlos porque “uno siente que quien debe ser tu aliado te está pegando un puñete maletero. Estos son golpes bajos que dañan la confianza”, insistiendo en que la unidad de la coalición “dependerá de la actitud de Evópoli”.
Sobre lo que ha costado la instalación del gobierno, Desborde precisa que “ha sido un proceso complejo, nos quedaron muchas amarras. Por otro lado, el gobierno ha actuado bastante lejos de lo que se había conversado antes en términos de lo que iba a ser a instalación. Prefiero no profundizar más”.
El timonel de RN también plantea que no está cien por ciento seguro de repostularse como presidente del partido a dos meses de la inscripción de las listas.
“No lo sé aún. Cada mes que pasa surgen más presiones para que no me repostule, sobre todo desde mi casa. El desgaste de tantos años de secretario general y ahora de presidente pasa la cuenta. Y tengo que pensar también en mi distrito… Y de repente tener un poquito más de autonomía; como presidente uno está bien limitado en algunos aspectos. Mi idea era ser presidente de partido y dedicarme al mundo privado, al ejercicio libre de la profesión. Pero hubo muchos que establecieron como regla que el presidente tenía que ser parlamentario”, sostiene, agregando que “no estoy cien por ciento seguro”.