El ex presidente del PS y no electo diputado, Osvaldo Andrade, salió al paso de la derrota sufrida en la segunda vuelta haciendo un mea culpa por haber perdido las elecciones presidenciales y su posibilidad de permanecer en el Congreso, llamando a la centroizquierda pedir perdón por lo sucedido.

En entrevista con El Mercurio, Andrade señala que “esta es la derrota más estrepitosa desde el retorno de la democracia; hay que pedir perdón, porque hemos perdido una gran oportunidad de haber persistido en un proceso de transformaciones que son necesarias en la sociedad chilena. La centroizquierda tiene que pedir perdón. Para mi generación política ha sido una derrota durísima porque fueron nuestras propias evaluaciones las equivocadas”.

“Nuestras propias soberbias muchas veces, nuestra incapacidad de hacer unidad, las que nos llevaron a esto. ¿Cómo no hicimos primarias, cuando todo el mundo hoy día entiende que eran muy importantes? Será discutible, pero el “!Chilezuela” terminó siendo un problema, porque la gente vio “Chiulezuela”; nuestro candidato se manda un saludo al estilo Che Guevara. La gente dijo “parece que algo de cierto hay””, continuó.

En cuanto a los factores que provocaron la derrota, Andrade explica que “creo que mi derrota tiene que ver con errores cometidos: no pesquisar adecuadamente el tema de la pensión (la controversia por la jubilación de Gendarmería de su esposa, Myriam Olate), generar una lógica de poca sintonía con la ciudadanía”.

Agrega que “darle mucha relevancia a la presidencia de la Cámara y menos, a mi relación con mi distrito. Y el problema que tuvo la centroizquierda es que no escuchamos bien. Y hubo una seguidilla de desaciertos, hicimos todo lo posible por perder. Desde el comienzo hicimos las cosas mal, a poco andar tuvimos la permanente controversia entre la retroexcavadora y los matices, y eso generó una coalición confusa”.

Sobre el gobierno, el ex timonel socialista señala que “tampoco fue capaz de ordenar su propia agenda, que estuvo llena de improvisaciones. Entonces, buenas reformas, buenas ideas, con una inadecuada gestión y con actores que tenían que llevarlas a cabo que lo hicieron mal, terminaron siendo malas reformas. Cometimos solo errores”.

Sin embargo, sostiene que la gente está de acuerdo con las reformas implementadas por el gobierno de Michelle Bachelet, pero “el punto es que buenas ideas, por ser mal respaldadas  y mal implementadas, se transformaron en malas ideas”.

Y como corolario de la derrota, menciona que “el responsable es la centroizquierda. Y la centroizquierda son los partidos y el gobierno”.