Hace unos días el empresario Andrónico Luksic dio que quería comprar radios para sumar a su holding de medios que lidera Canal 13, pero se le adelantó el empresario Carlos Heller presidente del Grupo Bethia, que oficializó la compra de las radios Romántica, Infinita y Tiempo.
“Estamos comenzando a consolidar nuestro proyecto multimedial. Se trata además de radios de gran trayectoria y de fieles audiencias”, señaló Heller en una breve declaración que consigna El Mercurio.
Heller, que comanda Mega y contaba con las radios Candela y Carolina.
Ahora bien, la señal política inmediata es cómo la decadencia de los consorcios de la prensa del papel (El Mercurio y Copesa – La Tercera) están en una situación crítica por la baja de lectoría y por ende de influencia rol que han asumido con fuerza los medios audivisuales y electrónicos.
Lamentablemente, con el anuncio que hace Heller – Mega, se evidencia la tendencia de la peligrosa concentración de medios y con ello la falta de pluralismo, eventual control ideológico.
Por cierto la concentración de medios no le hace bien a la democracia y menos a la libertad de prensa dado que la haber dos o tres grupos que concentran los medios provoca que, por ejemplo, la llamada torta publicitaria se la repartan casi sin contrapeso entre estos grupos relagando –con clara intencionalidad- a los medios independientes, mal llamados alternativos.
Una muestra de ello es el intento que hizo hace un tiempo el diario electrónico El Mostrador que también quiso comprar una emisora o el intento fallido de La Tercera por implementar un canal de de televisión.
