Desde que se terminó la paralización del Registro Civil, Nelly Díaz, la presidenta de los funcionarios agrupados en la Anercich, se ha dado maña para seguir toreando al Gobierno, poniendo nuevas condiciones y argumentado situaciones que no calzan con la realidad y de paso dejando a los ciudadanos en calidad de rehenes de los caprichos de la dirigenta.
Dijo que estaba molesta porque no le habían descontado su sueldo, y ella sabe que los dirigentes sindicales no están sujetos a este tipo de medidas, evidenciando el trasfondo mediático del reclamo al igual que el anuncio de que donarían (los dirigentes) sus sueldos a los funcionarios que así lo requirieran.
Este miércoles gritó –iracunda- que “podrán decir que no hay desalojo ni nada, pero hoy yo llegué al trabajo con Fuerzas Especiales”, luego anunció que: “Vamos a poner un recurso de protección”.
Lo de este miércoles provocó un nuevo caos y el malestar creciente de los cientos de personas que habían llegado a muy temprana hora para hacer la fila en la calle para sacar documentos. Igual que el lunes y todos estos días, Nelly volvió a retrasar la apertura de las puertas del servicio como una medida de protesta por los descuentos que hará el Ministerio de Justicia por los días no trabajados (39 día de paralización)
Más aún, en un áspero diálogo con la prensa, Díaz dijo desconocer –nuevamente- la autoridad del director del Servicio y comenzó a amenazar con una nueva paralización.
Ante los retrasos en el inicio de la atención a público, la ministra del Trabajo Ximena Rincón fue categórica al rechazar la medida adoptada por la líder de la Anercich: “No corresponde que una funcionaria fije el horario de un servicio”.
Lo que alega sí con razón Nelly Díaz es que, efectivamente, el descuento a los funcionarios no ha sido prolijo: “Cuando dijimos que los descuentos eran arbitrarios y no estaban bien trabajados, ésta es la prueba -dijo mostrando un documento- Hoy día están llamando a algunos colegas diciéndole que le descontaron mal y que le van a reintegrar la plata que les descontaron”, añadió.
De hecho el propio director del Servicio tuvo que salir a explicar este error que aprovechó comunicacionalmente Doña Nelly.
De esta forma reiteró que los trabajadores están de acuerdo con los descuentos por los días no trabajados durante la paralización, pero “descuentos bien hechos y bien trabajados”.
“Somos los funcionarios del Registro Civil, aquí no soy Nelly Díaz, soy la presidenta de los funcionarios del Registro Civil. No soy una caprichosa ni nada, entonces más respeto”, espetó a punto de perder la paciencia ante la prensa y el griterío molesto de la gente que prácticamente está a merced del “ánimo” de la dirigenta sobre a qué hora iniciará a atender a la ciudadanía.
Según Díaz, este miércoles –insistió- en que había una supuesta orden de desalojo y apertura de las oficinas antes del horario oficial de atención: “Hoy día veníamos a trabajar y nos encontramos con Fuerzas Especiales. Podrán decir que no hay desalojo ni nada, pero hoy yo llegué al trabajo con Fuerzas Especiales y carabineros abriendo las puertas 7:45 de la mañana cuando la hora de atención es a las 8:30”.
Jugando con fuego
Varios dirigentes de la mesa del Registro Civil y funcionarios dicen –guardando reserva de sus nombres y cargos por temor- que están cansados del estilo “Nelly Díaz”, que usa técnica “matonescas” con sus detractores, de hecho los dirigentes que no comulgan con sus ideas no son convocados a las reuniones en que se van decidiendo día a día las acciones. “Es ella y un grupo muy pequeño que arma todo a espaldas del resto del directorio” sostienen dirigentes.
Pero todas sus acciones tendrían como trasfondo –según confirman fuentes confiables- es que Nelly buscar erigirse como la sucesora de Raúl de La Puente y encabezar la ANEF, y esta sería la real razón del porqué tanta dureza ante el Gobierno, dureza que ya el casi octogenario dirigente no puede mostrar.
