Protestas multitudinarias bajo la consigna ¡Fora Dilma! Dejan al desnudo la crisis de confianza en la política de Brasil y particularmente en el gobierno que lidera Dilma Roussef.
Como una medida tendiente a dar señales claras de austeridad, dijo este lunes el ministro de Planificación, Nelson Barbosa “la reforma administrativa busca hacer más eficiente al Estado”.
Barbosa señaló que el Ejecutivo suprimirá 10 de sus 39 ministerios y que el 31 de agosto se ofrecerán más detalles sobre la medida. Además se reducirán los llamados “cargos de confianza” que alcanza más o menos a unos 22 mil en todo el Brasil, junto con ello delineó un paquete de medidas de recorte presupuestario fiscal que busca reducir los gastos administrativos del aparato del Estado. Cabe recordar que fue durante el gobierno de Lula cuando se aumentaron en 15 los ministerios.
Contracción económica
Otro de los factores que amenaza la alegría carioca es el estancamiento económico y todo indica que se sigue alejando la recuperación. Datos oficiales señalan que la actividad económica se contrajo un 1,89% en el segundo trimestre de este año, el peor resultado desde 2009 y el desempleo alcanza el 7,5%.
Según reporta la prensa brasileña, e ntre los ministerios que tienen más posibilidades de sufrir recortes están tres (Puertos, Aviación Civil y Pesca) bajo el mando del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). La formación, a la que pertenece el vicepresidente Michel Temer, controla también la cartera de Turismo, la de Agricultura y la de Minas y Energía.
Para Neil Shearing, economista jefe de mercados emergentes en Capital Economics en Nueva York estas medidas están «claramente diseñada para mostrar a los mercados financieros un compromiso con la austeridad. El problema es que reducir ministerios significa reducir ministros, así que los obstáculos políticos serán altos», reflexionó.