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Este lunes se había informado de que varias embarcaciones que participan de las labores de búsqueda del submarino habían detectado un "ruido" que podía pertenecer a la nave a 360 kilómetros de la Península Valdés (Atlántico Austral), pero no corresponde al submarino perdido hace ya cinco días, aumentando la angustia de los familiares de los 44 tripulantes que viajan en el sumergible.

Sigue la incertidumbre y crece la angustia: "No se han podido georeferenciar las siete llamadas satelitales porque fueron de muy poco período y muy débiles para tener un punto confiable donde ser situado", informó el vocero de la Armada argentina.

El Ministerio de Defensa de Argentina asegura que los intentos de contacto fueron realizados por vía satelital entre las 10.52 y las 15.42 de este sábado duraron entre 4 y 36 segundos y en ningún caso se llegó a establecer un enlace. Los intentos por ubicar el lugar de donde vino la llamada la está realizando una empresa norteamericana informó Defensa.

Con casi 80% del área de búsqueda ya rastrillada, nada se sabe sobre el destino del ARA San Juan; el Reino Unido ofreció la participación de un buque de investigación que opera en Islas Falklands/Malvinas, informan autoridades trasandinas. El rastrillaje que comenzó hace más de 36 horas y no ha aportado ni una sola pista que permita precisar dónde está el submarino. En las próximas horas se sumaría el buque científico británico HMS Protector que se encuentra en las Falklands.

Aunque la información oficial trasandina señala que el sumergible navegaba en la zona del golfo San Jorge, entre Río Gallegos y Puerto Deseado cuando se perdió el contacto el miércoles. Lo que no se dice, pero que los especialistas confirman es que si la nave tuvo una falla cayó hasta el fondo marino (fosa) que podría varias entre los 200, 500 y más metros de profundidad. Si el San Juan cayó en una fosa superior a 500 metros, simplemente se desintegró por efecto de la presión. La nave de fabricación alemana, está diseñada para soportar bien asta 250 metros de profundidad y en condiciones extremas hasta 500 pero por poco tiempo. Chile, Sudáfrica, Estados Unidos y Reino Unido, han ofrecido ayuda para las operaciones de rescate y el gobierno de Buenos Aires ha aceptado el ofrecimiento,