Nuevamente el Presidente Sebastián Piñera volvió a emplazar a la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, ya que ante la negativa de un pronunciamiento del organismo condenando la crisis social y económica que se vive en Venezuela, el mandatario aseguró que “estamos atentos a las decisiones que ella tome”.
En un punto de prensa en La Moneda, el jefe de Estado dijo que en el caso venezolano la “la crisis política y económica, la tragedia social y humanitaria es de tal magnitud de tal gravedad y se extiende por tanto tiempo y ha significado tanto dolor y sufrimiento al pueblo venezolano que creo que se acabó el tiempo de las reflexiones y los diagnósticos”.
Hay que consignar que su canciller, Roberto Ampuero, también salió el fin de semana en una entrevista con La Tercera a golpear a la exmandataria al asegurar que “es la región y no solo el gobierno del Presidente Piñera los que no están satisfechos con su trabajo”.
“Quiero ser muy claro con el tema de la alta comisionada: la región considera que no se ha actuado de acuerdo con lo que se espera de una institución de Naciones Unidas“, añadió el jefe de la diplomacia chilena.
En ese sentido, el mandatario aseguró que ya es tiempo de la acción y de las soluciones y “es por esa razón que el Gobierno de Chile al igual que casi todos los gobiernos de América Latina (…) hemos decidido apoyar al Presidente Juan Guaidó, porque creemos que él es parte de la solución”.
En cuanto a la postura y a un eventual pronunciamiento claro sobre la crisis venezolana de parte de la Alta Comisionada, Piñera aseguró que “ella conoce bien la situación de Venezuela y conoce bien cuáles son sus obligaciones y, por tanto, estamos atentos a las decisiones que ella tome en esta materia”.
Ante esto, el jefe de Estado declaró que la mejor solución para que Venezuela salga del problema que se encuentra sumido es que haya elecciones libres, abiertas, transparentes y competitivas lo antes posible para que “sea el pueblo venezolano el que pueda decidir pacíficamente y dentro de su propia Constitución los caminos para salir de la crisis y recuperar la senda de la libertad, de la democracia, del progreso y del respeto de los derechos humanos y así abrir de forma inmediata los canales para que la ayuda humanitaria llegue a Venezuela”.