Este martes, la Presidenta Bachelet se reunió por casi dos horas con el mandamás de la poderosa Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Alberto Salas, que a ratos pareciera ser el líder de la oposición, pero en la realidad es de los empresarios.
Salas lo primero que dijo al finalizar la reunión “fue un encuentro muy franco, en el que pudimos presentar nuestras preocupaciones”.
Según Palacio, en la cita, en la que participaron el ministro de Hacienda y del Trabajo, se abordaron cuatro temas principales: educación, violencia en la Araucanía, reforma laboral y el proceso constituyente.
Al término del encuentro, Alberto Salas fue directo en su mensaje para que no queden dudas, y siguiendo la misma línea crítica que han mantenido ante el escenario político dijo: “Le hemos hecho ver que en el escenario económico actual, en que estamos con una nula inversión, estamos con tasas de crecimiento menor, el planteamiento de nueva Constitución sin duda que genera incertidumbre y eso pudimos transmitirlo con toda nuestra visión que tenemos desde el mundo empresarial».
Por su parte, con una visión totalmente optimista, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés señaló que «fue una reunión muy grata en la que tocamos varios temas. Evidentemente tocamos el tema laboral, pero tuvimos una muy buena conversación también del tema constitucional, el proceso constituyente, de la importancia que la Constitución nos represente a todos”.
Los constantes reclamos de Salas
Alberto Salas ha sido persistente en llamar la atención al Gobierno por las reformas y temas netamente políticos que podrían no ser del ámbito del empresariado, pero a falta de una oposición ordenada y crítica, ese espacio lo han ido ocupando líderes como el de la CPC y de otras multigremiales.
Un ejemplo de este discurso netamente político lo dio el pasado 29 de abril, cuando Alberto Salas, reaccionó ante el anuncio de la Presidenta de iniciar el Proceso Constituyente, en esa oportunidad dijo: “El anuncio de la Presidenta de iniciar un ‘proceso constituyente’, a mi modo de ver, no tiene relación con las necesarias reformas para erradicar las malas prácticas en la política, los negocios y en la forma como ambos se relacionan (…)»perfeccionar la democracia y las reglas de una nación es una oportunidad, cuando es necesario y se hace bien. Pero es un error iniciar un proceso con apuro y sin que conozcamos el objetivo, en una materia tan fundamental como nuestra Constitución que ha dado la estabilidad y certezas indispensables para el progreso que Chile ha alcanzado las últimas décadas».
Pareciera ser que el rol de las multigremiales está mutando a uno más amplio –insistimos- ante la falta de una oposición ordenada, que ha dejado el espacio político, que le es propio, a la deriva.