El presidente de la Corte Suprema, ministro Haroldo Brito Cruz, formuló un llamado a las instituciones involucradas en materia carcelaria a trabajar mancomunadamente para resolver la crítica situación que enfrenta la mayoría de los recintos penales del país, según describe el informe elaborado por la Fiscalía Judicial del máximo tribunal, que consolida la información recogida en 53 visitas realizadas a centros penitenciarios de todo Chile.
Acompañado por el ministro de la Corte Suprema Arturo Prado, el presidente Brito manifestó la preocupación del máximo tribunal respecto de la situación que viven los reclusos y reclusas en el país, tras analizar el pleno de ministros el informe elaborado por la fiscala judicial de la Corte Suprema, Lya Cabello Abdala.
El presidente Brito aseguró que el informe describe graves situaciones que afectan a los privados de libertad, tales como: hacinamiento y sobrepoblación en los recintos penitenciarios; inadecuados horarios de encierro y descencierro; problemas en los horarios de alimentación; el uso de celdas de castigo y aislamiento; carencia de comunidades terapéuticas para el tratamiento de consumo de drogas y alcohol; acceso insuficiente al agua, cupos limitados para capacitación laboral; deficiencias de infraestructura en algunos recintos y en la selección de los internos, entre otros.
«Este tema nos parece particularmente grave y lo que la Corte Suprema quiere hacer es convocar a los restantes órganos del Estado que tienen relación con lo carcelario a reunirse con nosotros. La corte es el órgano que cautela derechos fundamentales y entendiendo que en las prisiones estos derechos fundamentales estén desprotegidos de alguna manera, la Corte Suprema y atendida la función constitucional que cumple, quiere llamar a los restante órganos del Estado a sentarse a conversar, a buscar algunos planteamientos comunes, en virtud del deber de coordinación que asiste a todos los órganos del Estado», invitó el presidente Brito.
En tanto, el ministro Prado sostuvo que «la situación que informa la fiscalía a nuestra corte es de tal gravedad que requiere de una atención urgente de parte de la autoridad. Las conclusiones son bastantes contundentes y esperamos que esto sea un mensaje potente porque queremos establecer un énfasis muy particular».
Vulneración de derechos
El informe preparado por la fiscala judicial, Lya Cabello, concluye, entre otras materias, que: «Es imperativo que Gendarmería de Chile proceda a ampliar el período de desencierro, favoreciendo el trabajo y la capacitación de los internos, y disminuyan así las horas de inactividad y ocio que viven estos».
«En opinión de esta Fiscal, los horarios que Gendarmería ha establecido para las actividades de los establecimientos penitenciarios no fomenta hábitos similares al medio libre, tales como horas de inicio y término de la jornada diaria y de alimentación, ni proporciona el necesario espacio diario de tiempo para atender las actividades de tratamiento, formativas y culturales de los internos, ni sus necesidades espirituales y físicas. Esta situación contraviene expresamente la disposición del artículo 27 del Reglamento de Establecimientos Penitenciarios, así como el artículo 1º de dicho Reglamento, que establece que la actividad penitenciaria tendrá como fin primordial la atención, custodia y asistencia de detenidos, sujetos a prisión preventiva y condenados, así como la acción educativa necesaria para la reinserción social de los sentenciados a penas privativas de libertad», agrega.
Según el informe, la situación expuesta vulnera el «Pacto de San José de Costa Rica, que en su Artículo 5 sobre Derecho a la Integridad Personal, establece: ‘Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados'».
Entre los principales problemas detectados destacan:
-Hacinamiento y sobrepoblación en los recintos penitenciarios (por ejemplo: en ex Penitenciaria hay capacidad para 2.384 y existen al momento de la visita 4.486 internos; en Copiapó apto para 242 y hay 453; en total 25 de los centro visitados presentan condiciones de hacinamiento);
-Horarios de encierro y desencierro inadecuados en los recintos (entre 14 y 16 horas de encierro en algunos; por ejemplo, entre las 17 o 17.30 horas hasta las 8.30 horas del día siguiente).
-Horarios de alimentación (se constató que en la mayoría de los recintos la cena es a las 16 horas hasta el desayuno a las 8.30 o 9 horas del día siguiente. Algunos entregan colación para las horas de encierro), y
-Celdas de aislamiento y castigo (se constató internos con más de 60 días en celdas de aislamiento).