Hace 20 años resultaba impensable que los televisores recomendaran contenido o fueran controlados por voz, que los automóviles no tuvieran conductor, o que a través de una interfaz del porte de la mano tuviéramos acceso a la mayor fuente de información disponible, Internet. Estos desarrollos y muchos otros han cambiado la forma en cómo exploramos y nos relacionamos con nuestro entorno.
Los gadgets tipo “wearables” es uno de los fenómenos tecnológicos que espera más usuarios en el corto plazo. Son dispositivos tecnológicos “vestibles” como lentes, relojes, pulseras, zapatos, chaquetas, collares, etc. que incorporan tecnología, pueden ser usados como interfaces de comunicación desplegando información relevante como mensajes, alertas; o simplemente como sensores para recolección de datos como trayectoria recorrida, geolocalización, o como sistema de pago instantáneo.
Por ejemplo, hoy en día no solo es posible pagar con el celular si no también desde el reloj; grabar o tomar fotografías con los lentes; interconectar los dispositivos portables a través de la chaqueta; llevar registro de la distancia y calorías quemadas con la pulsera además de medir los niveles de presión arterial y pulso; incluso se podría decir que algunos relojes son utilizados para saber qué hora es.
Los dispositivos vestibles acercan la tecnología a los usuarios a niveles que las computadoras no pueden hacerlo por portabilidad, peso, comodidad y conveniencia. A su vez, se encuentran siempre encendidos y disponibles para usarlos sin necesidad de encenderlos o apagarlos.
Las empresas tecnológicas que construyen estos dispositivos se enfrentan a dos opciones principalmente. La primera es entregar un producto final “cerrado” listo para usar, el cual no puede alterarse y debe satisfacer las necesidades de los usuarios desde el momento en que sale de fábrica. Y la segunda opción es permitir el acceso al hardware de los dispositivos para que desarrolladores puedan crear sus propias aplicaciones para estos dispositivos.
Las organizaciones debieran ver este tipo de tecnología como una oportunidad. Un nuevo canal de comunicación con sus clientes el acerca aun más que los canales tradicionales ya que estos dispositivos se encuentran siempre encendidos y cerca del usuarios o consumidor final.
Será necesario analizar el gran volumen de información que estos dispositivos generan, con tecnologías de Big Data por ejemplo, con especial interés es descifrar los patrones de uso y mejorar así la gama de productos y servicios.