La «Operación Lava Jato”, que estalló en Brasil en marzo del 2014, ya ha provocado investigaciones en otros 40 países, según indica el Ministerio Público Federal en datos entregados a la DW. La investigación se centra en una red de corrupción y lavado de dinero que involucra a los mayores contratistas y grandes empresas de infraestructura en Brasil, a la compañía petrolera estatal Petrobras, y a numerosos líderes políticos latinoamericanos.
La Procuraduría General indica que los líderes de la operación Lava Jato han solicitado la cooperación internacional (activa y pasiva) para llevar acabo la investigación en estos 40 países. Hasta el momento, el Ministerio Publico envió 123 solicitudes de cooperación a al menos unos 34 países. Ningún país se ha negado a colaborar. Mientras tanto, los fiscales del Departamento de Justicia brasileño recibieron 28 solicitudes de cooperación de unos 18 países, reporta DW.
El simple hecho de presentar una solicitud no implica que existan hechos o consecuencias. Según los investigadores, todo depende de las pruebas que se logre encontrar.
En Brasil hay tres núcleos donde se está llevando a cabo la investigación: en Curitiba, donde se descubrió el movimiento de fondos ilícito en gasolineras, en Rio de Janeiro, y en la Procuraduría General en Brasilia.
Las cifras son impresionantes. La red de sobornos alcanza unos 6. 400 millones de reales, según afirman los investigadores. El valor de los bienes que fueron confiscados de los acusados hasta ahora esta en unos 3.200 millones. El Ministerio Publico actualmente pide un reembolso de más de 38.000 millones por delitos cometidos, cifra que incluye cuantiosas multas a las empresas implicadas.
La investigación de la división de crímenes del Departamento de Justicia de los Estados Unidos publicó en el 2016 la existencia de una red internacional de pagos de sobornos por parte de la empresa contratista Odebrecht y algunas de sus subsidiarias.
El documento del órgano judicial estadounidense afirma que entre el año 2001 y el 2016, Odebrecht y empresas relacionadas pagaron mas de 1.000 millones de dólares en sobornos con relación a 100 proyectos desarrollados en 12 países: Angola, Argentina, Brasil, Colombia, Republica Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela.
Corrupción desbocada
El operativo rompió el tabú sobre la impunidad de la corrupción en Brasil, al lograr encarcelar a altos empresarios ejecutivos e importantes figuras políticas. Se detuvieron a 79 personas preventivamente, 103 temporalmente, y 6 en forma flagrante.
El empresario Marcelo Odebrecht, expresidente y heredero de la empresa constructora que lleva su nombre, está tras las rejas desde junio del 2015 y ha sido condenado a 19 años y 4 meses de prisión. Por firmar un acuerdo de cooperación con la investigación, el empresario podrá a partir del 2017 reducir su sentencia y obtener detención domiciliaria. En total, 120 personas han sido condenadas.
El expresidente de Brasil Luis Ignacio Lula da Silva ha sido acusado de aceptar sobornos, lavado de dinero, y de obstrucción de la justicia, todos relacionados al caso Lava Jato. Lula niega rotundamente los cargos, indicando que no existen pruebas contra él y alegando ser victima de una persecución política por parte de los medios de comunicación y el Ministerio Publico.
Para el Partido de los Trabajadores (PT), creado por el expresidente y quien es aún su figura más emblemática, el Lava Jato tiene como objetivo restarle fuerza política y evitar un posible retorno de Lula a la presidencia de Brasil en el 2018.
Respetados juristas en Brasil ya han cuestionado la los procedimientos y supuestas motivaciones políticas de los investigadores de Lava Jato, en especial al juez Sergio Moro, quien se ha convertido en una especie de héroe nacional. Moro niega tener ambiciones políticas para el 2018, pero ya aparece en encuestas de intención de voto como posible candidato.
Temer en la mira
El Presidente Michel Termer, del Partido de Movimiento Democrático Brasilero (PMDB),también se ve amenazado por las investigaciones de el Tribunal Superior Electoral por pagos irregulares de empresas implicadas en el caso Lava Jato.
Existe incertidumbre sobre el futuro de Termer, aunque el clima político y las instituciones no indican que habrá otro cambio radical luego de la destitución de Dilma. Otra interrogante es la del futuro de Lula, cuya posibilidad de postularse para las próximas elecciones se ve cada vez más remota.