Tal como se esperaba Donald Trump no decepcionó a los medios en su primera conferencia de prensa. Reiteró su estilo, sin apostar por moderarlo, no tuvo reparos en cuestionar, no contestar preguntas, ser explosivo y al mismo tiempo confirmar información reveladora.
Rechazó darle la palabra a un reportero de CNN, acusando a su organización de difundir noticias falsas. A pesar de la insistencia del periodista quien clamaba por conocer las razones que le impedían preguntarle, Trump como experto en realities, manejó astutamente el impacto visual que implicaba negarle la posibilidad de preguntar, señalando de manera insistente “no, no, no.” El fijaba los límites y demostraba su poder a través de su negativa.
Pero lo que sí confirmó, fue algo que Trump había negado de manera insistente: el hacker ruso durante la campaña electoral. Señaló con su particular histrionismo.” Creo que fue Rusia”, frente a la pregunta de quién era responsable por dar a conocer una serie de correos electrónicos de los demócratas durante la campaña. Luego como intentando bajarle el tono a la afirmación, adujo que todos los países y personas son hackeados, y que el comando de Clinton había sido poco cuidadoso para impedir el hackeo, y por último afirmó que cuando llegue a la Casa Blanca, en un plazo de 90 días, se encargará de llevar a cabo un plan que permita evitar estas acciones ilegales.
Lo que también aseguró con contundencia es que va a construir en la frontera con México un “Muro no una valla”, y se va a iniciar apenas llegue a la Casa Blanca. Insistiendo una vez más, que México lo pagaría “ya sea a través de un impuesto o como un pago.” En definitiva, ya se verá cómo se hace, pero el tema es prioritario
Frente a una consulta incómoda, mostró su habilidad para escabullirse, reiteró que no dará a conocer sus declaraciones de impuesto, de lo que se jactó durante toda la campaña. Y aseguró,” que a la mayoría de los estadounidenses ese tema no les importa”. ¡Es para tomar nota!
Las respuestas en la conferencia de prensa fueron consecuentes con los cientos de tweets del presidente electo que han remecido a la opinión pública mundial, aumentado la incertidumbre, sobre lo que se puede esperar con la llegada de Trump a la Casa Blanca. Lo que sí está claro, es que no pretende abandonar el personaje que lo ha catapultado como figura mundial.
Mr. Trump en su conferencia de prensa “fue bombástico, vano y resbaladizo, jugó a ser el mismo personaje que ha ofrecido al público televidente durante años” señaló el New York Times. Es este personaje, con todos los riesgos que implica, quien va a entrar al salón oval el próximo 20 de enero. Ese es el problema.