«Una verdadera crisis institucional es la que se está viviendo al interior de la Policía de Investigaciones de Chile», aseguraba un grupo de funcionarios de la PDI en una carta enviada al ex director de la institución, Marcos Vázquez.
En la misiva, se consigna que al interior de la policía de civil existen «malos tratos, indefensión laboral, falta de apoyo de los mandos e ineptitud de los mismos».
La misiva fue enviada en septiembre de 2014 en momentos en que se destapaba un caso de corrupción al interior de la PDI: cinco policías fueron acusados de vejámenes, detención ilegal y abuso de poder.
La situación al interior de la Policía de Investigaciones no parece haber mejorado con la llegada de su nuevo director, Héctor Espinosa Valenzuela, dicen las mismas fuentes.
Espinosa tuvo que enfrentar hace poco la desvinculación de 10 detectives quienes «incurrieron en conductas inaceptables y contrarias a la doctrina institucional, transgrediendo los principios de probidad administrativa establecidos en la ley y en las normas consagradas en el Código de Ética de la PDI».
Robos desde los «cuarteles»
En pocas horas fuimos testigos del robo de una subametralladora desde un cuartel de la PDI y la huida de un detenido desde la Bicrim de Ovalle.
El primer hecho ocurrió durante la madrugada de ayer, cuando el adolescente de iniciales M. G. M.A. se encontraba en las dependencias de la Brigada Móvil, en la comuna de Cerrillos, tras ser capturado por una orden de arresto pendiente por el delito de robo con intimidación.
El menor aprovechó que el funcionario encargado de guardia del recinto estaba en el baño y su compañero se quedó dormido en su puesto de trabajo.
Antes de huir, el joven sustrajo una subametralladora marca SAF, la que sin embargo, habría estado sin municiones ni con su cargador.
En tanto, en la ciudad de Ovalle, un joven implicado en un homicidio fue «rescatado» desde el calabozo de la Brigada de Investigación Criminal de esa ciudad.
Según el relato de los detectives, un grupo de personas ingresó durante la madrugada hasta el «cuartel» y se dirigió donde estaba el detenido. Posteriormente, cortaron el candado.
A esa hora, solo se encontraba una funcionaria, quien no se percató hasta horas después del hecho.
La situación no es mejor en Carabineros: a la escolta de la Presidenta Bachelet le robaron dos armas y dos radios en un servicentro de Lampa.
«En Vicuña, Ovalle, Illapel y diversas unidades policiales de la zona norte se usa regularmente a un tira para hacer guardia. En ocasión que la guardia siempre deben ser con un mínimo de dos funcionarios», explican.
Las mismas fuentes apuntan a que la PDI no cuenta con el equipamiento necesario para enfrentar a los delincuentes.
«Nosotros no tenemos lacrimógenos, palo, arma, grilletes y un equipo de radio cada uno», reclaman.
«El tira tiene sólo su arma. Y los grilletes los debe comprar el mismo. Equipos de radio existe uno por cada 8 o 10 de ellos, dependiendo la unidad. Algo similar ocurre con los vehículos, escasos, sin balisas, y muchos en malas condiciones por falta de lucas para su mantenimiento. El grueso de los recursos se los lleva el área de drogas», agregan.
«Los tiras son la polis pobres y los verdes los pitucos con lucas. Los tiras arman sus cuarteles en antiguos colegios, galpones y lugares que no diferencian en la atención de los usuarios», detallan.
«Se violan los derechos humanos de los usuarios, pero también de los tiras con turnos de 24 horas y más. Los verde hace rato no tienen turnos de 24 horas. En los libros de guardia se puede verificar las horas que trabaja un oficial de guardia: 24 horas seguidas!. Entran a las 08:00 am y salen a las 08:00 am del día siguiente. Pero quedan disponibles nuevamente a partir de las 16 horas del mismo día que salió del turno», denuncian.
