Cerca de un millón y medio de niños se han visto obligados a abandonar sus hogares por la violencia que ejerce el grupo yihadista nigeriano Boko Haram en los países de la cuenca del lago Chad, informó Unicef.
Además, otro millón de menores se encuentran atrapados en zonas de difícil acceso.
Según el informe «Children on the move, children left behind» (Niños en movimiento, niños dejados atrás) el terrorismo de Boko Haram está teniendo un efecto especialmente devastador sobre la población infantil de Nigeria, Camerún, Chad y Níger.
«Además de los 2,6 millones de personas desplazadas en la actualidad, se teme que otros 2,2 millones de personas – más de la mitad de ellos, niños- estén atrapados en zonas bajo el control de Boko Haram y necesiten ayuda humanitaria», advierte el informe.
Destaca también que 38 niños han sido utilizados para llevar a cabo ataques suicidas en la cuenca del lago Chad en lo que va de año, elevando a 86 el número total de pequeños forzados con el mismo fin desde 2014.
Unos 475 mil menores en toda la región del lago Chad sufren desnutrición aguda grave este año, frente a los 175 mil que ya la sufrían a principios del año, añade.