Denuncias y monitoreos fitosanitarios que realiza periódicamente Conaf, alertaron a la institución de fuertes ataques del complejo de minadores en la región del Maule. Uno de los insectos que destaca dentro de este complejo de minadores, es la polilla Heterobathmia pseudoriocrania.
Según indicó Alfonso del Rio, jefe del Departamento de Gestión Forestal Suelos y Agua de Conaf, la presencia de este minador, se aprecia al observar, en especial los bosques de Nothofagus del centro sur, las copas de los árboles de colores amarillentos y secos, con presencia de larvas en su interior.
Estas tonalidades amarillentas y cafés en las hojas de árboles como el roble, raulí y lenga, entre otros, se deben al ataque de defoliares, insectos que se alimentan del follaje de sus hospederos, que en este caso son especies del género Nothofagus.
Estos insectos son nativos y al igual que los Nothofagus, han estado presentes históricamente en Chile y su asociación específica los ha llevado a evolucionar de manera conjunta. Al ser una asociación natural, a lo largo de los años las poblaciones se han encontrado en equilibrio y se regulan a través de estrategias de defensa de los árboles y por la presencia de enemigos naturales de los defoliadores, como lo son los depredadores y parasitoides.
Lamentablemente las condiciones climáticas cambiantes y la intervención humana en los ecosistemas naturales, generan que cada cierto tiempo y cada vez más recurrente, se pierda ese equilibrio y el daño “natural” se vea incrementado a niveles preocupantes.
Cabe mencionar que, el daño que generan los minadores de hojas no provoca la muerte de los individuos considerando la característica caducifolia de sus hospederos (roble, raulí y lenga), es decir, que pierden las hojas naturalmente durante el invierno. Pero si impiden un correcto desarrollo de los árboles, reduciendo su vitalidad y robustez.
Una situación similar a la que hoy estamos viviendo, se observó el verano del 2023 desde la región del Maule a Los Ríos, donde se registraron múltiples denuncias de personas propietarias que mostraron preocupación por el estado de sus bosques. Aquella situación, en mayor medida para las regiones del Maule y Ñuble, fue generada por el complejo de minadores de hojas, un conjunto de insectos defoliadores que viven y se alimentan al interior de las hojas de Nothofagus, generando verdaderas “minas” o túneles que afectan las hojas, lo cual reduce la capacidad fotosintética de los árboles y trastorna el proceso de translocación y transpiración.
En la actualidad, según Del Río, Conaf está llevando a cabo diversas líneas de trabajo para abordar esta problemática, tales como: prospección fitosanitaria en los bosques de Nothofagus; descripción del complejo de minadores en Nothofagus obliqua, N. alpina y N. pumilio, incluyendo la abundancia, frecuencia y distribución de las especies; identificación molecular de posibles nuevas especies del género Heterobathmia; caracterización del ciclo de vida de Heterobathmia pseudoriocrania y el análisis de la respuesta fenológica de sus hospederos; estudio biológico y descripción de un parasitoide de la familia Eulophidae, así como la determinación de la presencia de controladores biológicos de la polilla de las hojas de roble y su reproducción en laboratorio.
Los avances de estas investigaciones han sido presentados en diversos comités público-privados, considerado como un tema prioritario en el ámbito de la sanidad forestal. El enfoque de los trabajos se inserta dentro del manejo integrado de plagas, buscando recoger la mayor cantidad de aspectos biológicos de los hospedantes y hospederos, con el objeto de generar estrategias que permitan mantener las poblaciones en sus equilibrios naturales.