Por: Gaspar Tagliati***
Por años se ha hablado de los «Consejos de Ancianos» y el rol que cumplen en ciertas sociedades, pero hoy ese concepto y también parte del mito de las civilizaciones, se está derrumbando.
Es una triste realidad que las capacidades cognitivas menguan como proceso natural a partir de la sexta década de vida y los patrones exponenciales van en proporción directa a los años.
Desde la memoria a corto y largo plazo, el lenguaje, razonamientos de todo tipo hasta la toma de decisiones son parte de la larga lista a la que se refieren estas capacidades, si bien es menester mencionar que también su curva descendente pueda retardarse y depender su aparición desde factores genéticos, estilo de vida, educación, actividad física habitual, alimentación y salud, nada impide que sigan su curso a lo largo del inexorable envejecimiento humano.
El ego es la columna vertebral en la política y no hay duda que puede desempeñar un papel significativo en la decisión sobre el momento adecuado de retirarse profesionalmente; a raíz de la autoestima y el poder sustancioso e ilimitado que otorga la actividad es la razón primordial que no es tan fácil desligarse de la arena política para siempre teniendo la ferviente necesidad de tener más reconocimiento del quizás ya logrado y dejar definitivamente de ser la figura pública en búsqueda del ansiado legado; visto así como corolario al no existir una real y objetiva auto evaluación sobre sus capacidades en el presente que dificulte aceptar la realidad, es el momento de entrar a tallar la opinión de los asesores/colaboradores de confianza y las no menos valiosas demandas familiares que en teoría son más imparciales que buscan el beneficio físico y mental del involucrado que no es capaz de tomar un retiro como parte de la vida.
Como el principal objetivo de una acertada definición nuevamente deben ser considerados diversos parámetros no solamente a partir de la edad cronológica, es importante poner en consideración algunos de estos: si la figura en cuestión ya cumplió su norte político y en la actualidad aún mantiene apoyo irrestricto en una actividad en extremo exigente y estresante sumándole la percepción -ojalá positiva- de sus adherentes por el bien común y el bienestar del partido militante por encimas de las necesidades personales para tomar decisiones y si a lo anterior sumas alguna controversias y o escándalos en el actuar público con abyectas redes sociales que son al “instante” no como el otrora UFA en los cines.
Ad portas de una elección trascendental en Estado Unidos estamos en una contienda de dos adultos mayores, el actual presidente Joe Biden cuestionado en cada presentación con desaciertos y confusiones inequívocas de un deterioro etario que cuestionan sus capacidades para hacer frente por los próximos cuatro años a la presidencia de su significativo país, por este motivo es de esperar que más temprano que tarde se tome la decisión de competirle a Trump y no permitir que se repita el plato.
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