Muchas son las dudas existentes entre quienes han decidido invertir en bienes raíces para arrendar, en una práctica que día a día gana más interesados en el país. ¿Cuáles son sus inquietudes y miedos más frecuentes? La siguiente guía proporcionada por Activo Más Inversiones responde estas preguntas.
Desde hace unos años que en el país es cada vez más común adquirir viviendas que luego servirán para arriendo, en una situación que ha ido al alza entre los inversores conforme se amplía la oferta inmobiliaria en la capital y en regiones.
Bajo este contexto, una serie de dudas son las que aparecen en el presente y futuro de este tipo de negocios.
A raíz de un estudio realizado por la empresa de venta de propiedades Activo Más Inversiones, se conocieron los principales miedos e inquietudes de este tipo de arrendadores al momento de alquilar sus inmuebles.
“Es muy normal arrastrar ciertas preocupaciones cuando decidimos dar el paso y transformarnos en inversionistas de bienes raíces. Lo anterior se da, principalmente, porque creemos que el riesgo es mayor que la ganancia y este es, precisamente, el mito que se debe derribar, ya que invertir en este tipo de inmuebles nos acerca en gran medida a la tan anhelada libertad financiera”, declara José Tomás Falcone, Gerente de Ventas de Activo Más Inversiones.
El miedo más típico: ¿Qué pasa si no logro arrendar mi propiedad?
“Esta es, sin ninguna duda, la principal preocupación para los inversionistas inmobiliarios. Y claro, ya que la gran variedad de oferta en viviendas parece ir en contra de la cantidad de gente dispuesta a alquilar. Para fortuna de los arrendadores la cifra de ocupación en la capital, por dar un ejemplo, se eleva habitualmente sobre el 90%, es decir, 9 de cada 10 viviendas logran arrendarse con facilidad, derribando así este mito”, explica José Tomás Falcone.
¿Qué hacer en caso de no tener trabajo?
Otro miedo muy frecuente y que abre la puerta al siguiente del listado es la siempre latente probabilidad de quedar cesante, en el caso de los trabajadores con contrato; o atravesar por períodos no muy favorables en lo económico, en el caso de quienes ejercen de forma independiente.
Siempre es importante encontrar y desarrollar espacios de educación financiera que permitan a la gente aprender a ahorrar y cuidar su dinero, entender cuándo es el momento ideal para utilizar el “Plan B” y, en casos como el que aquí se menciona, saber reconocer las ocasiones
donde es hora de echar mano a ese dinerito guardado, a ese respaldo y, para quienes cuenten con ella, a esa herencia que podría haber llegado en algún momento.
Dividendos altos
“Lo que sucede entre quienes buscan adquirir propiedades para inversión es que compran pero tienden a no ver los plazos que hay tras sus adquisiciones y, en este segmento en particular, justamente algo de lo que nos preocupamos con mucho énfasis es en darle tiempo al cliente para que comience pagando un pie en muy cómodas cuotas y en un período amplio pudiendo, además, hacerse de un colchón de dinero que le permita sostener el dividendo incluso en situaciones desfavorables, como lo son los períodos de cesantía”, apunta el ejecutivo.
La dificultad de adquirir un compromiso
Existe un temor que va más allá de lo estrictamente tangible y se trata más bien de un recelo emocional: hacerse cargo de un compromiso a largo plazo.
Como bien es sabido, los créditos hipotecarios son el instrumento bancario que brinda más dinero y en un mayor período de tiempo, oscilando entre los 25 y 30 años. Para muchos, esto se traduce en un miedo, pero para los reales inversionistas es una tremenda oportunidad. “Hay que tener presente que el contar con la opción de hacer uso de un crédito por estos montos en un largo plazo es un tremendo beneficio, ya que la gran mayoría de personas nunca podría comprar una propiedad al contado. Por otro lado, es importante considerar que desde el momento en que firmas la escritura, el departamento es 100% tuyo, por lo que puedes venderlo cuando quieras y también refinanciar o repactar la deuda a tu antojo”, expone Falcone.
La temida burbuja inmobiliaria
“Muchas personas tienden a caer en generalizaciones, informaciones sesgadas o lisa y llanamente en mentiras. Lo cierto es que la burbuja inmobiliaria, como se le conoce al miedo al alza de los precios de los inmuebles en un sector determinado, es un hecho real pero que se mueve al ritmo del mercado y es este mercado, precisamente, el que debemos entender como cíclico”, aclara el Gerente de Ventas de Activo Más Inversiones.
Y cierra: “Esta aprehensión, en algunos casos muy injustificada, no suele durar mucho tiempo y es más bien una respuesta a períodos. Hoy, por ejemplo, la gran mayoría del país se encuentra en excelentes condiciones de compra, arrendamiento y ocupación, hecho que deja en un muy buen pie el crecimiento de la inversión inmobiliaria”.