El secuestro del exoficial del ejército venezolano, Ronald Ojeda, y la desordenada reacción desde La Moneda ante el hecho, han levantado una ola de críticas desde la oposición, más o menos justas, y en las que se han renovado los ataques en contra del rol y la presencia del Partido Comunista en el Gobierno y el peligro que podrían significar para la invesigación .
Al interior de Chile Vamos y Republicanos ha causado especial escozor que, teniendo sobre la mesa la posibilidad de que Ojeda haya sido raptado por agentes del régimen de Caracas, exista la posibilidad que militantes del PC presentes en puestos de confianza, tengan acceso a la carpeta investigativa, habida cuenta el respaldo que dicho partido ha entregado al gobierno de Nicolás Maduro.
La crítica, en muy poco tiempo, ha ido mutando una vez más hacia un papel evaluado como «caballo de Troya» que el partido de izquierda tendría al interior de la actual administración, con acusaciones de ser uno de los responsables de los problemas de diálogo y los fracasos de las iniciativas del Ejecutivo.
El presidente de Republicanos, Agustín Squella, fue quien duramente criticó la posición del PC, tras la reunión entre la oposición y el Gobierno por el caso de Ronald Ojeda, al señalar que «“si es que hay quienes, dirigentes del Partido Comunista, simpatizantes y cercanos, estrechos colaboradores, como sean ellos mismos denominados del Gobierno de Nicolás Maduro, están teniendo acceso a la información, lo encontramos grave y por lo mismo no se nos dio mucha respuesta”.
La ofensiva opositora continuó esta mañana, cuando Gloria Hutt, presidenta de Evópoli, sostuvo que «no decimos que sea la postura oficial la de Juan Andrés Lagos, pero es una persona que está asesorando en el Ministerio del Interior, que tiene una relación directa estrecha (con el régimen de Maduro) y lo que levantamos (en la reunión de ayer en La Moneda) fue la protección de información que puede ser sensible, solamente».
Lagos, histórico militante comunista, y considerado defensor del actual gobierno venezolano, había señalado previamente en El Mercurio que no había que prejuzgar al régimen de Caracas por el rapto del teniente (r), asegurando que se estaban haciendo «especulaciones terribles» que «apuntan principalmente a tratar de debilitar, romper, todo tipo de interacción entre Chile y Venezuela respecto de temas tan importantes como el narcotráfico, el lavado de dinero, crimen organizado».
La defensa de Tohá
Posteriormente este mediodía, tras participar en la segunda sesión del Gabinete Pro Seguridad en La Moneda, la ministra del Interior Carolina Tohá dijo que «hay muchas personas que creen que esta es la oportunidad para posicionar agendas de distinto tipo o instalar temas de su interés», y afirmó que «el Gobierno considera que cuando hay una víctima que está secuestrada, la única agenda que cuenta es protegerla, encontrarla y castigar a los culpables. Eso es lo que rige nuestro comportamiento y cualquier polémica o desvío de la atención no va a sacarnos de ese curso».
En ese contexto, la secretaria de Estado recalcó que «nos parece inadmisible que se presenten dudas respecto a cómo se maneja la carpeta investigativa. La carpeta está en manos de la Fiscalía y la utiliza también con el único norte de encontrar a los culpables. Ningún otro. Nadie que no pueda contribuir a ese objetivo tiene acceso a esa carpeta y hacer cualquier especulación sobre eso se requeriría y solicitaríamos que hubiera algún tipo de antecedente porque es una denuncia gravísima, no sobre el Gobierno, sino sobre la Fiscalía».
UDI y Republicanos insisten…
La reacción de la titular de Interior no cayó bien en la oposición.
La secretaria general de la UDI, María José Hoffmann, quien llegó a La Moneda para abordar temas técnicos de otra índole, respondió a las declaraciones de Tohá, señalando que «la ministra también debiera sentir que es inadmisible las declaraciones que ha tenido hasta ahora el Partido Comunista», recalcando que «si a ella le parece que nuestra posición de preocupación es inadmisible, son mucho más inadmisibles no solamente los eventuales vínculos sino que las declaraciones hoy día en la mañana del jefe de bancada del PC donde ellos siguen creyendo que esto es una pata en la calle y una pata en el Gobierno».
Además, y ante las críticas de Lautaro Carmona de acusar a su sector político de anticomunista, calificó las palabras del presidente del PC como «muy propias del Partido Comunista. Hemos visto que las grandes piedras de tope que ha tenido el gobierno del Presidente Gabriel Boric ni siquiera han venido por parte de la oposición: han sido los propios comunistas que siempre están frenando aquellas iniciativas. Por lo tanto, es una decisión propia del Presidente quien ya tiene tomada su decisión pero acá quien lo hace retroceder es siempre el Partido Comunista. Esto no se trata de anticomunismo, son un freno para el desarrollo, han sido un freno en general para el desarrollo de acuerdos, son los primeros en criticar al actual Gobierno».
Por otra parte, frente las declaraciones de la ministra Tohá que calificó como grave que se critique el acceso a la carpeta investigativa de ciertas personas (en particular la posibilidad que lo haga Juan Andrés Lagos), Hoffmann manifestó que «frente a la situación extrema que estamos viviendo no debiera permitirse este tipo de contradeclaraciones. Me parece que, o no se está dimensionando lo que ha ocurrido en Chile, o tampoco se está dimensionando la altura que ha tenido la oposición en venir unida a manifestar no solamente la preocupación que tienen todos los chilenos hoy. Por lo tanto, me sorprenden las declaraciones que ha tenido la ministra del Interior después de la buena reunión que hubo ayer; creo que no es una buena manera de seguir avanzando sobre todo de un Gobierno que necesita acuerdos, que necesita sus votos y que necesita mejorar el clima hoy día».
Al cierre de esta nota, Squella reiteró sus críticas de ayer, al señalar que, “en vista de las declaraciones de la ministra, lo decimos de nuevo: nosotros no desconfiamos de la investigación que está desarrollando el Ministerio Público y las policías, desconfiamos del equipo de asesores que se encuentra dentro del Ministerio del Interior, que forma parte como querellante de la causa y que se ha declarado públicamente como seguidor de Nicolás Maduro y que creen en Venezuela un modelo a seguir para Chile, esas son las personas que no pueden tener acceso a información sensible, que es secreta para el resto de los chilenos y que se encuentra dentro de la carpeta investigativa”.