Un escándalo inédito en la alicaída diplomacia chilena esta protagonizando la embajadora NO DE CARRERA, sino que de la infausta amigocracia y cuoteo político, que nombró en un país clave como es el Reino Unido -un aliado estratégico- a la señora Susana Herrera (52) que -según los antecedentes conocidos- ha mal usado su posición como representante de Chile en ese país, pero lo peor de todo es haber mencionado una Fundación creada por el Rey Carlos III.
Pero no es este el primer problema del amiguismo que gana una embajada como premio de consuelo, lo hizo Piñera con su ‘amigui’ Pedro Pablo Díaz, y tanto otros amigos de los Presidentes de turno que de diplomacia saben tanto como de bordado francés.
Ahora bien la Cancillería cuando supo del proyecto rechazó y le hizo ver a la embajdora que no podía hacer dichas iniciativas sin antes pasar por el conducto regular que exige la Cancillería de Chile.
Desfachatada petición
Herrera usando su cargo como embajadora, el pasado 13 de junio hizo llegar una carta oficial y formal al gobernador del Bio Bio en la que le planteaba un proyecto de US$ 5 millones para Santa Juana para «la restauración (de los territorios afectados por los incendios forestales del verano pasado) basado en bioeconomía circular e infraestructura de madera para formación de capacidades locales sostenibles en la Región de Biobío».
En el mismo escrito enviado a Chile, la señora Herrera incluyó este párrafo, que es lo que más complica a la Cancillería ya que usa el nombre de una fundación y el nombre del Rey:
«la Circular Bioeconomy Alliance (CBA), fundación creada por su majestad el rey Carlos III y el prestigioso estudio de arquitectura Zaha Hadid».
«Este proyecto puede marcar un hito en la relación entre nuestros países, siendo una nueva forma de hacer diplomacia en la que primen los territorios, los beneficios compartidos y el trabajo conjunto en apoyo directo a las comunidades. Este enfoque ha sido el núcleo de mi labor como embajadora de Chile en el Reino Unido«, señaló Herrera que remató su nota con la petición de «apoyo directo en la búsqueda de financiamiento necesario«.
Pero lo que ha hecho Herrera es inaceptable porque ha inovlucrado nada menos que al jefe del Estado el Rey Carlos III cuestión que la Cancillería británica no puede permitir.
Lo de Herrera se suma a esta mala práctica de usar los cargos para beneficiar directa i indirecmaente a entidades cercansao para pagar favor y cuentas políticas pendiente, es decir e stra forma de q CORRUPCIÓN
El justo reclamo de los embajadores de Carrera
Susana Herrera, quien realizó gestiones para conseguir cinco millones de dólares para un proyecto en la Región del Biobío. Incluso Contactó al gobierno regional para tal efecto.
El proyecto consiste en la restauración de los territorios afectados por los incendios forestales del verano pasado y se basa en la «bioeconomía circular e infraestructura de madera para formación de capacidades locales sostenibles en la Región de Biobío”.
El presidente de la Asociación de Diplomáticos de Carrera (Adica), Fernando Guzmán, repuso la vieja petición de esta organización que intenta mantener el grado de profesionalismo de los embajadores: “A lo largo de décadas, hemos sido testigos del nombramiento de decenas de embajadores por razones de política contingente, de equilibrios de poder entre los partidos políticos, por amistad o por el mero pago de favores (…) Las embajadas y misiones de Chile no son lugares para el pago de favores. Muy por el contrario (…), deben ser dirigidas por profesionales. Sería incomprensible para la ciudadanía que nuestras embajadas siguieran siendo una herramienta presidencial para la recompensa a partidos políticos (…) o a personas no consideradas para cargos en la administración central”, sentenció Guzmán.
